Ya hemos dedicado varios artículos de la revista a la codiciada complicación del cronógrafo; hemos abordado desde la función básica y la categorización de los cronógrafos hasta la historia de los modelos más destacados. La función de parada de estos relojes no solo es particularmente popular, sino que también presenta numerosas variaciones, por lo que no siempre resulta fácil para los recién llegados conocer todas las diferencias. Las dos formas especiales más importantes del cronógrafo, el flyback y el cronógrafo ratrapante, hasta ahora solo se han tratado por separado en unas pocas líneas. Para que pueda tener una idea más detallada de este tipo de cronógrafos, le proporcionaremos en este artículo los antecedentes técnicos e históricos, los términos más importantes y algunos ejemplos destacados.
¿Por qué hay diferentes tipos de cronógrafos?
Acompáñenos a una época en que el reloj mecánico todavía era un instrumento de precisión para la mayoría de sus usuarios, y cuya funcionalidad estaba sujeta a altos estándares en diversos ámbitos profesionales; como, por ejemplo, la aviación militar. Un cronógrafo pensado para asistir en el pilotaje de un avión no solo debía ser preciso y robusto, sino que también tenía que resultar sencillo de utilizar en las cabinas, que no eran muy cómodas en aquellos tiempos. Recordemos que las cabinas a presión y con calefacción, que son comunes hoy en día, eran entonces un sueño del futuro. Los pilotos llevaban ropa y guantes gruesos, por lo que cualquier uso de un cronógrafo resistente a la presión, es decir, realizar el inicio, parada y puesta a cero de una medición, resultaba engorroso y consumía mucho tiempo. En 1932, Breitling corrigió este problema al introducir el segundo pulsador, con el que se podía activar la función de puesta a cero. El potencial de optimización de estos relojes con respecto a la usabilidad aún no se había agotado.
La función flyback y sus antecedentes técnicos
En 1936, Longines agregó la función conocida como «flyback» al movimiento 13ZN: hacía posible usar el segundo pulsador, situado a las cuatro en punto, que normalmente solo se podía utilizar cuando se detenía el cronómetro mediante el pulsador localizado a las dos. Ahora era posible usarlo en cualquier momento.Si el usuario hacía esto mientras el reloj estaba parado, todo funcionaba como de costumbre , y el cronógrafo volvía a cero. Si el pulsador se presionaba mientras el cronógrafo estaba funcionando, el totalizador se posicionaba a cero y continuaba su medición una vez que se soltaba el pulsador. Esto facilitaba la usabilidad del reloj, y permitía reiniciar la medición del tiempo en fracciones de segundo. Dado que este nuevo proceso de medición comenzaba cuando se soltaba el botón de reinicio, era posible sincronizar el inicio de una nueva medición con un evento o señal de manera particularmente precisa y menos propensa a errores, con solo retirar el dedo del pulsador.
Por supuesto, la implementación de una función de flyback también requiere modificaciones en el reloj. Con los cronógrafos estándar, el ajuste a cero no puede realizarse cuando el cronógrafo está funcionando porque los martillos que golpean los engranajes de las manecillas y activan la vuelta a cero solo pueden hacerlo sin ocasionar daños cuando el cronógrafo está parado. Esta parada se lleva a cabo en los cronógrafos flyback, pero no de forma permanente, sino solo durante el breve momento del proceso de vuelta a cero, utilizando una leva especial del mecanismo.
Nombres alternativos y representantes importantes
El origen del nombre «Flyback» puede explicarse fácilmente por el salto o «vuelo hacia atrás» que realiza la manecilla. Los nombres alternativos para esta función son «Retour en Vol», que significa «retorno en vuelo» en francés. Dado que los cronógrafos flyback son poco numerosos y resultan normalmente caros en la actualidad, no es extraño encontrar las letras «Flyback» correspondientes en el dial para evidenciar la exclusividad de este reloj para el posible comprador. La denominación Retour en Vol, mucho más rara, aparece, por ejemplo, en algunos modelos del icónico Breguet Type XX, que fue diseñado originalmente para el ejército francés. La designación alemana «permanente Nullstellung», o «puesta a cero permanente» en español, es tan larga, que apenas se usa, pero enfatiza la función permanentemente utilizable del segundo pulsador. El término «Tempostopp», que fue utilizado por la compañía Glashütte Urofa para el cronógrafo de piloto Tutima durante la Segunda Guerra Mundial, resulta mucho más atractivo. La revivida marca Tutima ofrece una vez más un modelo de parada temporal que incluye un movimiento de fabricación propia.
Los modelos históricos de las marcas Longines, Breguet, Tutima y Hanhart muestran claramente las raíces militares de esta función. Hoy, el cronógrafo flyback se puede encontrar en A. Lange & Söhne, Chopard, Hublot, Patek Philippe, Frederique Constant e innumerables otras marcas, con un precio de entrada de alrededor de 5000 €, significativamente más alto que el de un cronógrafo «ordinario».
El cronógrafo ratrapante: su aplicación y sus variantes
El cronógrafo ratrapante, o de aguja de ratrapante, permite detener la medición de tiempos intermedios. Las posibles aplicaciones son diversas, pero el de una carrera es un ejemplo ideal.Imagine que quiere medir los tiempos de una carrera entre dos corredores. Si tiene a mano un cronógrafo ordinario, solo puede detener el tiempo cuando uno de los corredores termine en primer lugar. Desafortunadamente, el tiempo del segundo corredor no podrá medirse. Por supuesto, podría usar un segundo cronógrafo, pero tendría que haber comenzado ambas mediciones en perfecta sincronía y prestar atención a este segundo dispositivo.
Aquí es donde destaca la utilidad del cronógrafo ratrapante. Un simple vistazo al dial no sugiere la presencia de esta complicación, sin embargo, si presiona un pulsador separado de los otros dos y que a menudo se encuentra a las diez en punto, se hace evidente por qué este reloj es diferente: la manecilla de los segundos se detiene, mientras que una segunda manecilla de segundos, que antes no era visible, continúa en movimiento. Al presionar este botón nuevamente, la aguja parada se sincroniza con la que está en movimiento. El término «ratrapante» puede explicarse por el verbo francés «rattraper», que significa «alcanzar». Con esta función se pueden medir tiempos intermedios sin interrumpir la medición principal o tener que depender de estimaciones inexactas mientras el cronógrafo esté en marcha. Esta función también permite registrar más de dos tiempos individuales, siempre que los tiempos intermedios que se midan no se escalonen demasiado, y que alguien se encargue de anotarlos.
Sin embargo, se hace difícil detener los tiempos intermedios que están separados por más de un minuto. Para habilitar esto, los contadores de minutos o incluso de horas también tendrían que tener idénticas funciones de parada y medición. Los términos «Double Split» y «Triple Split» se usan para designar estas funciones, ambas especialidades de A. Lange & Söhne.
La intrincada tecnología detrás de los cronógrafos ratrapantes
Independientemente de si se trata de un cronógrafo ratrapante de «Triple Split» o uno ordinario, la solución técnica es la misma para cada par de agujas. La única diferencia es el requisito de espacio y la creciente complejidad del mecanismo de relojería. Pero, ¿cómo se hace para que una manecilla se detenga y recupere su posición, independientemente de las acciones de la aguja en movimiento?
Está claro que en el funcionamiento normal de esta complicación debe haber una unión entre las dos agujas, que deberán separarse, cuando sea necesario, con solo presionar un botón. La unión está asegurada mediante un disco con un receso, que está firmemente incrustado en la aguja que se mueve continuamente. La otra aguja se mueve normalmente en paralelo con la principal mediante un resorte que la obliga a fijarse al disco. Si la aguja ratrapante no se activa, el cronógrafo se comporta como un cronógrafo ordinario, con una manecilla cubierta por la otra.
Si se activa la aguja ratrapante, los anclajes, que generalmente se pueden ver en el lado del movimiento, fijan la aguja superior y la obligan a detenerse. Debido al resorte y al disco conectado a la aguja en movimiento, no se pierde la medición del tiempo real. Al presionar nuevamente el pulsante, se sueltan los anclajes, se libera la manecilla superior y se le permite saltar a la posición de la otra, pudiendo repetirse este movimiento.
Aunque el cronógrafo ratrapante no es una de las complicaciones más usuales, se considera que requiere un muy alto grado de delicadeza y exigencia a la hora de ensamblarse y ajustarse, y es, por ello, una de las complicaciones más deseadas. Si quiere hacerse con un cronógrafo ratrapante, el comprador potencial tendrá que realizar una buena inversión económica para hacerse, por ejemplo, con un modelo de IWC Schaffhausen (uno de los llamados doble cronógrafos), Patek Philippe, A. Lange & Söhne o Breitling.
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