05/05/2020
 7 minutos

La fascinante historia del Zenith El Primero

De Tom Mulraney
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La fascinante historia del Zenith El Primero

La historia del calibre Zenith El Primero es larga e interesante, con más de unos cuantos giros sorprendentes a lo largo del camino. Nacido en 1969 e inicialmente considerado un fracaso comercial, el ahora legendario movimiento superó los malos tiempos (disculpe el juego de palabras) y celebró su 50º aniversario de forma espectacular el año pasado. Entonces, ¿qué hace que este movimiento y el reloj que lo alberga sean tan especiales? ¿Y cómo se las arregló para regresar de la muerte y convertirse en el icono que conocemos hoy en día? Siga leyendo para averiguarlo. Definitivamente, es una de las historias más fascinantes de la industria actual de los relojes de lujo.

 

El primer cronógrafo de cuerda automática

En la década de 1960, Zenith ya era un fabricante de relojes establecido y respetado, con reputación de crear modelos precisos. La compañía había fabricado movimientos automáticos de alta calidad de tres manecillas desde los años 40, pero la idea de desarrollar un movimiento automático de cronógrafo no era más que eso, una idea. Esto cambió en 1962, cuando los relojeros e ingenieros de Zenith comenzaron a desarrollar lo que se suponía que sería el primer cronógrafo automático del mundo. El objetivo era lanzarlo al mercado en 1965, el año del centenario de Zenith.

Por supuesto, como suele ocurrir con los proyectos ambiciosos e innovadores, las cosas no salieron del todo bien. En lugar de llevarles tres años, como se esperaba, el desarrollo del movimiento de cronógrafo automático El Primero requirió unos siete años. La lista de especificaciones elaborada para este nuevo movimiento de cronógrafo automático era ambiciosa, por no decir más.

  • El cronógrafo debía estar totalmente integrado en el movimiento.
  • También debía accionarse mediante una rueda de columna en lugar de una leva (esta última era más común y más fácil de implementar, pero una opción menos precisa).
  • Además, debía ser el reloj de pulsera de cronógrafo más preciso del mundo (en ese momento), y capaz de medir el tiempo transcurrido con una precisión de 1/10 de segundo.

Para alcanzar este último punto, la frecuencia tendría que ser muy alta (36 000 a/h). Finalmente, todo esto debía incorporarse en un calibre lo más fino posible, pero que aún tuviera espacio para una ventana de fecha.

¿Empieza a entender por qué tardaron siete años? 

 

Casi el primero…

Desafortunadamente para Zenith, el retraso significó que otros dos movimientos de cronógrafo automáticos salieron al mercado ese mismo año. El primero fue el Seiko 6139, que se presentó en mayo de 1969 exclusivamente al mercado japonés (por lo que no es tan conocido como los otros dos). Luego, el grupo Chronomatic presentó su primer cronógrafo de cuerda automática en agosto. Sin embargo, ninguno de estos movimientos pudo igualar la complejidad y precisión de El Primero, que salió al mercado de manera oficial en septiembre de 1969. Puede que El Primero no fuera «el primero» técnicamente hablando, pero sin duda fue el mejor.

Vintage El Primero A384
El Primero A384 vintage

Con solo 6,5 mm de altura, era más delgado que la mayoría de cronógrafos de cuerda manual, y el único de estos tres modelos mencionados anteriormente que contaba con una aguja para marcar los segundos además del segundero del cronógrafo. Su movimiento de cronógrafo automático integrado también oscilaba a la frecuencia más alta (36 000 alternancias por hora frente a las 19 800 a/h del Chronomatic y las 21 600 a/h del Seiko 6139), lo que lo convertía en el más preciso por un buen margen.

Inicialmente, Zenith presentó su nuevo movimiento El Primero en tres modelos diferentes: el A384, el A385 y el A386. El A384 fue el primer modelo presentado en anuncios y ofrecía una caja de acero inoxidable de 37 mm con forma de tonel, junto con una esfera plateada con subesferas negras y una escala taquimétrica. El año pasado, Zenith lanzó una reedición muy interesante de este modelo como parte de las celebraciones de su 50º aniversario. Mientras tanto, el A385 ofrecía una caja con forma de cojín, típica de los relojes de finales de los años 60 y principios de los 70, y estaba disponible con dos esferas diferentes en tonos caqui con subesferas plateadas o blancas. Este modelo fue el menos popular de los tres.

El Primero A384 Re-Issue
El Primero A384 Revival

El reloj más conocido, sin embargo, es el A386. Este modelo introdujo la disposición de la esfera que conocemos hoy en día, con tres registros superpuestos en azul, gris claro y antracita. Estaba alojado en una caja redonda más tradicional, con un fino bisel. Esto ofreció una atractiva apertura de la esfera y mejoró la legibilidad. Junto con la escala taquimétrica, tenía un anillo en la esfera que dividía un minuto en 100 unidades, así como una ventana para la fecha entre las 4 y las 5 en punto. El ingenioso uso del color permitía diferenciar fácil y rápidamente las tres subesferas y confería a El Primero su propia personalidad. Este diseño se ha mantenido más o menos sin cambios hasta el día de hoy (con algunos retoques aquí y allá, como mover la ventana de la fecha a las 6 en punto, etc.).

Vintage El Primero A386
El Primero A386 vintage

Bajo rendimiento económico

Según todos los indicios, El Primero debería haber sido un éxito rotundo para Zenith, pero no lo fue. A principios de los 70, la crisis del cuarzo estaba en pleno apogeo, poniendo contra las cuerdas a la industria de los relojes mecánicos. La gente ya no quería cronógrafos mecánicos, ni siquiera de cuerda automática, cuando podían comprar versiones de cuarzo más precisas por una fracción del precio. Como resultado, el grupo MZM (Mondia Zenith Movado) se disolvió. A partir de 1972, la marca operó como Zenith Time S.A. y estuvo administrada por empresarios americanos.

El movimiento El Primero aún estaba disponible, pero no se vendía bien. A mediados de los años 70, el equipo directivo de Zenith en EE.UU. decidió cambiar su enfoque exclusivamente a los movimientos de cuarzo, y en 1976 cesó la producción de todos sus movimientos mecánicos. Se estima que, hasta ese momento, se habían producido y montado alrededor de 32 000 calibres El Primero en 18 modelos diferentes. Se cree que solo alrededor de 2500 de ellos estaban alojados en el popular A386, razón por la cual estos modelos originales reciben tanta atención por parte de los coleccionistas hoy en día.

Zenith El Primero TV
Zenith El Primero «TV»

Ese podría haber sido fácilmente el final de la historia de El Primero, pero no lo fue gracias a un hombre llamado Charles Vermot.

Escondido a plena vista

A principios de los años 70, el señor Vermot era el relojero de Zenith a cargo del taller donde se ensamblaban todos los movimientos del cronógrafo El Primero. Este era un proceso que requería la asombrosa cantidad de 2500 operaciones. Cuando se tomó la decisión de interrumpir la producción de todos los movimientos mecánicos, Vermot recibió la noticia de que el equipo directivo quería vender las prensas y herramientas necesarias para fabricar el calibre El Primero. A esas alturas, el cuarzo se había vuelto tan dominante que aquel equipo especializado parecía servir solo para chatarra.

Vermot no estaba de acuerdo y trató de convencerles de que todavía había un futuro para la relojería mecánica, a pesar de que las perspectivas parecían sombrías en aquel momento. Él creía en la naturaleza cíclica de las tendencias del mercado y argumentaba que los movimientos mecánicos volverían a ganar terreno en el futuro.

Desafortunadamente, sus palabras cayeron en oídos sordos. No recibió ninguna respuesta del equipo directivo, por lo que, en lo que ahora es una leyenda de la relojería, Vermot tomó la audaz decisión de ocultar el equipo él mismo. Con la ayuda de su hermano, también empleado de Zenith, escondió las prensas, las levas, los planos de funcionamiento, las herramientas de corte y los planos de fabricación necesarios para la creación del movimiento El Primero en uno de los 18 edificios de Zenith.

 

Zenith El Primero ChronoMaster
Zenith El Primero ChronoMaster

La segunda llegada de El Primero

Esto, por supuesto, resultaría ser una decisión afortunada. Dos años más tarde, en 1978, Zenith Radio Corporation vendió Zenith Watches S.A. a un consorcio de tres fabricantes suizos. Unos años después, la industria relojera mecánica comenzó a mostrar los primeros signos de un renacimiento. La fortuna de Zenith, junto con la de muchas otras marcas de la época, comenzó a dar un giro. Las ventas empezaron a aumentar, y la mayoría de los antiguos calibres El Primero que la empresa aún tenía en stock se vendieron a Ebel para integrarse en su cronógrafo automático de 1981.

El punto de inflexión para Zenith llegó unos años más tarde, cuando Rolex decidió que necesitaba un movimiento de cronógrafo automático para mejorar el rendimiento de su colección Daytona. Se eligió el calibre El Primero como la mejor opción, aunque sería modificado ampliamente por Rolex antes de su uso. El «Zenith Daytona», como se le conoce ahora, fue un gran éxito y jugó un papel importante en la configuración del futuro de la colección Daytona y de la propia marca Zenith.

Con la capacidad del calibre El Primero ya demostrada y un contrato de 10 años con Rolex, Zenith comenzó a centrarse de nuevo en la producción de su propia colección El Primero. En las próximas décadas se introducirían varias líneas nuevas, incluyendo la De Luca, la ChronoMaster y la Rainbow Flyback. Tras la venta de Zenith al grupo LVMH en 1999, la familia El Primero se amplió aún más con la llegada de varios modelos de gran complejidad.

El diseño clásico, con su caja redonda y sus tres distintivas subesferas, continúa entusiasmando a los amantes de los relojes a día de hoy. Es práctico, funcional, atractivo y, en cierto modo, intemporal. Zenith demostró esta última cualidad el año pasado con su reedición del A386 en Baselworld. Podemos decir con seguridad que es un reloj que se ve tan bien ahora como cuando fue presentado en 1969.  

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Sobre el autor

Tom Mulraney

Creciendo en Australia en los años 80 y 90, a mí alrededor no había mucha afición por los relojes. Solo había un vendedor autorizado de relojes de alta gama en …

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