La Luna orbita alrededor de la Tierra en 29.5 días, con una cara siempre oculta y la otra a veces visible por completo, solo a medias o con forma de hoz. Con un indicador de la fase lunar sabrá siempre dónde se encuentra nuestro satélite.
¿Cómo afecta la Luna a nuestro día a día?
Ya sea al hacer surf, cortarse el pelo o podar las parras, la fase lunar puede tener una influencia decisiva. La mejor forma de comprender su influjo es observar las mareas: la marea alta se origina por la atracción gravitatoria de la Luna, que ejerce una fuerza diferente según la cara de la Tierra que tenga más cerca. También hay quien dice que el pelo y las uñas crecen más despacio con la luna menguante, aunque en ese aspecto no nos pronunciamos. En cualquier caso, los viticultores y fruticultores llevan siglos beneficiándose de que la savia se concentra en las raíces cuando la luna decrece, por lo que es el momento idóneo para la poda.
La Luna fue un factor decisivo para el sistema calendárico de la época de los romanos, cuando había 12 meses lunares, con 29 o 30 días cada uno. Ya por aquel entonces, con este número variable de días se compensaba el hecho de que el periodo orbital de la Luna alrededor de la Tierra en relación al Sol dura 29,53059 días. Julio César fue el primero en introducir un calendario que tomara el periodo de rotación de la Tierra alrededor del Sol (365 días) como base para calcular los meses y los días. ¿Sabía usted que la Pascua comienza siempre el domingo siguiente a la primera luna llena tras el inicio de la primavera (21 de marzo)?
La Luna en la relojería
No cabe duda de que la Luna, al igual que el Sol, juega un papel importante a la hora de medir el tiempo. Ya desde el siglo XVI, los relojeros han tratado de representar el ciclo lunar en las esferas, por aquel entonces en los relojes de pie.
La fase lunar (o el indicador de la fase lunar) es una pequeña complicación de la relojería o, más bien, una bastante complicada. Todo gira en torno a las ruedas dentadas, que en un determinado punto se engranan y continúan moviéndose. Para indicar la fase lunar, con un número tan poco redondo como 29.53059 días, hay que recurrir a un par de artimañas. Y es que para representar los 29.5 días harían falta 29.5 dientes. Esto se soluciona representando dos lunas en un disco impulsado por una rueda de 59 dientes. Solo una de estas dos lunas opuestas es visible por la abertura. Así se crea la ilusión de una hoz que se convierte en una media luna con el paso del tiempo y pasa a ser una luna llena antes de comenzar a decrecer de nuevo.
No obstante, la órbita lunar alrededor de la Tierra no dura 29.5 días, sino 29.53059. Algunos modelos corrigen esta imprecisión de 0.06118 días cada 2 ciclos lunares (es decir, cerca de un día cada 3 años) con un mecanismo especial. A estas complicaciones se les denomina «fase lunar precisa». Según la exactitud del mecanismo, solo se deberá corregir el indicador tras un par de siglos, milenios o incluso millones de años.
Relojes con indicador de la fase lunar
La idea de representar el ciclo lunar en las esferas de los relojes existe desde el siglo XVI en los relojes de pie y de pared. Tras la crisis del cuarzo de la década de 1970, Blancpain retomó los conocimientos de los relojeros y, en 1983, lanzó el calibre 6395 con indicador de la fase lunar. Desde entonces, casi todos los fabricantes cuentan con modelos con este tipo de indicadores, como, por supuesto, el Patek Philippe Nautilus, el Rolex Cellini o el Panerai Luminor. A continuación le presentamos una pequeña selección:
El clásico: Omega Speedmaster Moonphase Chronograph Master Chronometer
¿A qué reloj le pega más una fase lunar que al Omega Speedmaster Moonwatch, el primer reloj que se llevó a la Luna? La variante de acero inoxidable de este cronómetro con escape coaxial dispone de una representación de la luna particularmente detallada: en la superficie del disco se ha fijado una foto original de la NASA mediante un tratamiento especial. Los indicadores de la fase lunar de los calibres de manufactura 9904 y 9905 son tan precisos que solo han de corregirse cada 10 años, ¡y lo puede hacer usted mismo a través de la corona! La versión de acero inoxidable nueva cuesta unos 8000 €, mientras que un ejemplar de segunda mano sin estrenar ronda los 6000 €.
El extravagante: A. Lange & Söhne Richard Lange Perpetual Calendar Terraluna
Este fabricante alemán lanzó el A. Lange und Söhne Terraluna en el SIHH 2014. La parte delantera de la esfera recuerda al «Pour le Merite», mientras que la cara trasera luce una «fase lunar orbital». Mediante tres discos giratorios, no solo se muestra la fase lunar, sino también la posición de la Luna respecto a la Tierra y el Sol. En el medio del indicador se encuentra la Tierra, que da una vuelta al día sobre su propio eje. El pulido aro del volante representa el Sol; en la cara que está orientada hacia él es de día. Este mecanismo señala con exactitud los eclipses lunares y solares de los próximos 1058 años. El Terraluna de A. Lange nuevo o usado se puede adquirir en oro blanco o rosa por unos 150 000 €.
El extraordinario:un reloj de Andreas Strehler
El Sauterelle à Lune Exacte del genio de la relojería Andreas Strehler es el reloj mecánico con el indicador de la fase lunar más preciso que existe a día de hoy. El Lune Exacte dispone de un indicador de la fase lunar con patente en trámite extremadamente preciso, que indica la fase lunar con una exactitud no solo de días, sino de intervalos de tres horas. Se trata de una versión perfeccionada del Sauterelle à Lune Perpétuelle que señala la fase lunar con una desviación de tan solo un día cada dos millones de años y que le proporcionó a Andreas Strehler una entrada en el libro Guinness de los récords en 2014. Strehler logra presentar a la perfección los numerosos detalles técnicos del Sauterelle à Lune Exacte con un diseño de aspecto natural. El precio de catálogo de este modelo ronda los 150 000 €.
El barato: un reloj con fase lunar para principiantes
El Frederique Constant Slim Line Moonphase, por otro lado, es un modelo barato para iniciarse en el mundo de la relojería. El indicador de la fase lunar se encuentra en una subesfera situada a las 6 en punto que también señala el día del mes. El reloj se ajusta a través de la corona; para ello solo hace falta tener un calendario lunar a mano. Este modelo está disponible en una caja de 42 mm de acero inoxidable, o también recubierto en oro rosa, con un cristal de zafiro convexo y fondo transparente. Este reloj de vestir, provisto de un sólido calibre automático de fabricación propia, se puede adquirir en acero inoxidable y metal precioso por unos 3000 € en estado nuevo. Los ejemplares usados en buen estado cuestan la mitad.
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