Relojes de marcas alemanas

Después de Suiza, Alemania es uno de los países relojeros más importantes del mundo. Repartidas por toda la república alemana, podemos encontrar más de 100 marcas. La pequeña ciudad sajona de Glashütte es considerada el centro de la industria relojera alemana, puesto que algunas de las marcas alemanas más conocidas en todo el mundo cuentan con su sede y producen sus piezas relojeras de alta calidad en esta localidad. Algunas de la marcas basadas en Glashütte son A. Lange & Söhne, Nomos Glashütte y Glashütte Original.

Los relojes de lujo de A. Lange & Söhne son de los mejores y más exquisitos del mundo. Es por esto que muchos expertos en la industria sitúan a esta marca en el mismo nivel que otras empresas suizas de gran renombre como Patek Philippe, Audemars Piguet o Vacheron Constantin. El reloj más famoso de A. Lange & Söhne es el Lange 1 con esfera descentrada y gran ventana para la fecha. No obstante, el catálogo de esta manufactura sajona incluye también modelos muy complicados con calendario perpetuo, tourbillon y cronógrafo ratrapante.

Aunque en extensión es notablemente más grande que Glashütte, la Selva Negra, en el estado Baden-Wurtemberg, al sudoeste de Alemania, es la segunda región relojera del país en cuanto a importancia. A través de gran parte de esta región pasa la llamada Ruta alemana de los Relojes que, cual Camino de Santiago relojero, nos conduce a los centros más importantes de esta industria y nos recuerda la larga tradición relojera de esta región.

La manufactura de relojes más conocida del sudoeste de Alemania es, sin duda, Junghans. Esta empresa, fundada en 1861 en la localidad de Schramberg, era el fabricante de relojes más grande del mundo a principios del siglo XX: unos 3000 empleados fabricaban en aquel entonces más de 3 millones de relojes al año. Uno de los relojes de pulsera más conocidos de esta marca es el Max Bill. El diseño de este reloj, concebido por el arquitecto suizo, artista y egresado de la escuela de diseño Bauhaus, Max Bill, encarna las ideas de la Bauhaus a la perfección: su diseño se reduce a lo esencial, es funcional y lineal. El catálogo de este fabricante alemán incluye también relojes radiocontrolados muy modernos con movimientos solares de cuarzo.

La localidad alemana de Glashütte disfruta de una larga tradición en relojería. Ferdinand Adolph Lange estableció los cimientos del éxito actual de esta pequeña ciudad ya en 1845, al crear una industria relojera según el modelo suizo. Durante más de 150 años, los relojes de Glashütte han tenido la fama de ser precisos y de gran calidad, y no es de extrañar, puesto que para poder añadir la palabra "Glashütte" como denominación de origen en la esfera de los relojes, las marcas deben producir y acabar como mínimo el 50 % de sus componentes en esta localidad. Algunas marcas como A. Lange & Söhne, Moritz Grossmann, Glashütte Original o Nomos sobrepasan notablemente este porcentaje. De hecho, Nomos fabrica el 95 % de los componentes de sus movimientos en Glashütte.

Los precios de los relojes de Glashütte son muy variados. Por ejemplo, puede encontrar un reloj de cuarzo de Bruno Söhnle por un par de centenares de euros. Un Nomos con calibre de manufactura mecánico de cuerda manual lo puede encontrar a partir de los 1000 €, si el calibre es automático, entonces a partir de unos 1800 €. Al otro extremo de la escala de precios se sitúan los relojes de lujo de A. Lange & Söhne: el modelo Zeitwerk Minute Repeater con caja de platino y indicador de la hora numérico puede llegar a costar más de 300 000 €, y el Grand Complication tiene un precio de catálogo que ronda los 1.9 millones de euros, lo que lo convierte en uno de los relojes más caros del mundo.

Pero no se preocupe; no hace falta que tenga ahorrados un par de centenares de miles de euros para poder disfrutar de un A. Lange & Söhne. Por ejemplo, el Lange 1, disponible en el mercado desde 1994, es notablemente más asequible y es el modelo más famoso de esta marca sajona. El indicador de la hora descentrado y la gran ventana para la fecha, que están organizadas en perfecta armonía, son unas de las características que hacen único a este reloj. Con sus números romanos, la caja redonda de oro o de platino y con su exquisita correa de piel, este modelo es un reloj de vestir ideal. En su interior laten únicamente calibres de manufactura altamente elaborados. Un ejemplar nuevo de oro rojo cuesta alrededor de 23 800 €, y uno de segunda mano, alrededor de 20 700 €.

Si tiene pensado adquirir un Lange 1 Time Zone con función de hora mundial, deberá tener disponibles unos 33 400 € para un ejemplar sin usar de oro blanco, y casi 32 000 € si el modelo es de segunda mano. El modelo más caro de esta serie es el Lange 1 Tourbillon Perpetual Calendar: nuevo su precio ronda los 217 000 €.

El Zeitwerk es también un reloj extraordinario, puesto que es el primer reloj de pulsera mecánico con indicador numérico saltante para la hora de A. Lange & Söhne. Este reloj no indica las horas y los minutos con manecillas, sino con cifras saltantes. Sin embargo, la manufactura alemana utiliza una esfera con agujas para marcar los segundos. El calibre de manufactura L043.1 ofrece una reserva de marcha de 36 horas y está decorado con los elaborados acabados típicos de esta marca. Tanto la variante de oro rojo como la de oro blanco tienen un precio que ronda, sin usar, los 50 000 €, y usado, 48 000 €.

Cuando muchos piensan en la marca Nomos, lo primero que se les viene a la mente es el modelo Tangente, puesto que ningún otro reloj está tan ligado a esta marca como este reloj de estilo Bauhaus. Este elegante modelo se caracteriza por su caja circular y plana, sus asas angulares, el pequeño segundero ubicado en la posición de las 6 y por sus agujas delicadas. En la esfera, se alternan números arábigos con índices finos y la escala de minutos está compuesta por pequeños índices en forma de bastón. Este diseño es inconfundible y ha transformado el Nomos Tangente en un icono.

En el corazón del Tangente podemos encontrar tanto calibres de manufactura manuales como automáticos. El modelo destacado de la colección es el Tangente Neomatik 41 Update , que fue presentado en 2018 y que se caracteriza principalmente por tener solo un grosor de 7.9 mm pese a tener un calibre automático. La fecha se muestra en el borde de la esfera con ayuda de dos marcas rojas. En su calibre de manufactura DUW 6101, Nomos emplea su Swing System, el sistema de escape propio de la compañía, presentado en 2014. Como que son pocos los fabricantes de relojes que son capaces de desarrollar sus propios sistemas de oscilación y de escape, el Swing System de Nomos es una declaración de independencia con respecto al resto de la industria relojera. El precio de un Tangente Neomatik 41 Update nuevo ronda los 2700 €, y de segunda mano, los 2300 €.

El Tangente clásico es un modelo pequeño con un diámetro de 35 mm que fue lanzado ya en 1992, tan solo dos años después de haberse fundado la empresa. En su interior late el calibre manual Alpha. Sus 6.2 mm de grosor convierten a este modelo en el reloj perfecto para llevar a la oficina. Los ejemplares sin estrenar cuentan alrededor de 1200 €, de segunda mano, menos de 1000 €, por lo que el Tangente clásico es uno de los modelos más asequibles de Glashütte.

El Metro es uno de los modelos más queridos y galardonados de Nomos. El diseño urbano de este reloj, esbozado por el berlinés Mark Braun, cuenta con puntos como índices para los minutos y las horas, un pequeño segundero en la posición de las 6, con agujas que se hacen más finas en las puntas y cuya forma recuerda al Empire State Building de Nueva York.

Nomos presentó el primer Metro en 2014 junto con su Swing System de creación propia. Este primer modelo posee un indicador de reserva de marcha con forma de disco en la mitad superior de la esfera y un indicador de la fecha a las 6 horas. Para comprar este reloj de cuerda manual deberá disponer de unos 2400 €, si desea un modelo sin estrenar. Los modelos de segunda mano son un par de cientos de euros más baratos. El precio de la versión Neomatik de 35 mm es unos 100 € más caro.

Los relojes de lujo de la colección Senator de Glashütte Original lucen un diseño clásico, pero en su interior laten calibres de manufactura modernos. Estos movimientos tienen acabados muy elaborados de una calidad comparable a los de A. Lange & Söhne. En cuanto al diseño, estos relojes se caracterizan por tener agujas azuladas con forma de pera, números romanos y minutería tipo "chemin de fer" al borde de la esfera. El modelo destacado de esta serie, el Grande Cosmopolite Tourbillon es un ejemplo excelente de la haute horlogerie, puesto que incorpora un calendario perpetuo, un tourbillon y función de hora mundial. Para hacerse con este reloj tan complicado deberá disponer de 325 000 €.

Los relojes de 3 agujas con calibre automático son notablemente más asequibles y simples. Estos están disponibles en oro o acero inoxidable. El precio de un modelo de Senator Excellence nuevo ronda los 6400 € y, de segunda mano, los 5600 €, pero si prefiere la variante de oro rojo, deberá invertir 11 600 o 10 500 €, dependiendo del estado.

Si lo que busca es un reloj con un estilo deportivo y elegante, que sea más funcional, el Senator Chronograph Panorama Date puede ser el adecuado para usted. Los modelos más deportivos de esta serie son las versiones de acero inoxidable con agujas e índices luminiscentes, que solamente presentan números romanos a las 12 y a las 6. Gracias a su calibre de manufactura 37-01, este reloj incorpora una función de cronógrafo flyback, una reserva de marcha y una ventana para la fecha más grande lo habitual.El cronógrafo, sin estrenar, cuesta unos 10 000 €, y usado, unos 8700 €. La versión fabricada en oro rojo de 18 quilates cuesta, sin estrenar, unos 19 000 €, y de segunda mano, unos 16 000 €.

Glashütte es la sede también de otros muchos fabricantes de relojes, como Mühle Glashütte, Union Glashütte, Wempe Glashütte y Tutima. Esta última marca es conocida sobre todo por sus relojes de aviador históricos y actuales. Ya en los años 40, Tutima producía cronógrafos de aviador con función flyback, o Tempostopp, como se denominaba entonces esa función. Hoy, los relojes de la serie Grand Flieger Classic nos recuerdan a los relojes de aviador de antaño con sus biseles estriados y agujas tipo pera. El precio de un ejemplar nuevo del Grand Flieger Classic ronda los 3300 €, y de segunda mano, los 2000 €. Los ejemplares de los años 40 son muy codiciados entre los coleccionistas y pueden costar entre 4000 € y 9000 €.

El Tutima Military Chronograph es otro de los modelos militares más queridos de esta manufactura de Glashütte. Este reloj se desarrolló a mediados de los años 80, y hoy en día continúa siendo el cronógrafo oficial de los pilotos de la Luftwaffe, la fuerza aérea alemana. Este reloj militar se caracteriza por los cantos redondeados de la caja, por tener pulsadores integrados, un indicador de 24 horas y un contador de minutos central. Puede adquirir uno de estos cronógrafos militares sin estrenar por unos 1600 €. La versión actual del cronógrafo de la Luftwaffe, el Tutima M2, cuesta sin estrenar unos 4000 €.

El modelo estrella de Wempe Glashütte es el reloj de platino con caja tonneau Chronometerwerke Tourbillon , que está limitado a 25 ejemplares. Este fabricante de relojes ha desarrollado el movimiento de este joya junto con Nomos. El precio oficial de este modelo es 49 500 €. Notablemente más baratos son los relojes de la serie Zeitmesser: el cronógrafo con calendario y fase lunar cuesta unos 3500 € y el Zeitmesser World Time cuesta nuevo unos 1900 €.

La marca alemana de relojes Mühle Glashütte es conocida por sus relojes de pulsera funcionales pensados para usar en el mar, debajo del agua y en el avión. Así pues, la empresa familiar desarrolló la línea S.A.R. especialmente para los cuerpos de salvamento marítimo así como para los pilotos de rescate. Puede adquirir el cronógrafo S.A.R. Flieger grande con corona y pulsadores a la parte izquierda de la caja de segunda mano por unos 2000 €, mientras que nuevo le costará unos 2800 €. Por otro lado, el reloj de tres agujas S.A.R. Rescue Timer de segunda mano por unos 1200 €, y sin estrenar, por 1400 €.

Una de las colecciones de relojes más demandadas de Union Glashütte es la serie Belisar, que consta de relojes de aviador y de relojes inspirados en los deportes de motor. En esta serie cabe destacar el elegante a la vez que deportivo Belisar Chronograph Moon Phase con indicador de fase lunar y calendario. El precio de un ejemplar sin estrenar de este modelo ronda los 2300 €. Si prefiere comprar un modelo de segunda mano, entonces se ahorrará unos 300 €. El Belisar Sachsen Classic 2018, el cronógrafo retro de edición limitada a 300 unidades, está de moda por su diseño y cuesta sin estrenar unos 2500 €. El modelo Belisar Pilor Power Reserve recibió en 2016 el codiciado título de "reloj del año" otorgado por la revista especializada en relojes Armbanduhren. Si al final se decide por este reloj ganador, deberá tener unos 1800 € disponibles para hacerse con un modelo sin estrenar, o casi 1700 €, si prefiere comprarlo de segunda mano.

Junghans es unos de los fabricantes alemanes de relojes más conocido de fuera de Glashütte. Esta empresa de Schramberg, en el estado Baden-Wurtemberg al sudoeste de Alemania, tiene más de 150 años de historia y por ello, es una de las marcas alemanas de relojes con más tradición. En los años 50, Junghans era el fabricante de cronómetros más grande de Alemania, y el tercero del mundo. De hecho, el primer cronógrafo de la Bundeswehr, el entonces nuevo ejército de Alemania del oeste, fue fabricado por esta empresa y repartido a las tropas en la década de los 50.

El Max Bill es con toda probabilidad el modelo más conocido de Junghans. Max Bill era un artista, arquitecto y diseñador industrial que estudió en la Escuela de diseño y arte Bauhaus en Dessau y fue uno de los fundadores de la Escuela Superior de Proyectación de Ulm. A principios de los años 50, Max Bill y sus estudiantes diseñaron un reloj de cocina funcional y fácil de leer para Junghans. Esta útil herramienta del día a día sirvió de inspiración para el reloj de pulsera del mismo nombre, cuyo diseño se ha mantenido casi inalterado a través de los años. En cuanto a características de diseño, este reloj posee agujas e índices especialmente finos, índices de las horas que se adentran en la esfera y pequeños puntos luminosos a las 3, 6, 9 y 12 en punto. En esta última posición, hay dos puntos luminoso en vez de uno, uno a la izquierda y otro a la derecha del marcador de la hora. En algunas variantes, los índices de las horas son un poco más cortos para así asegurar que haya suficiente espacio para los números arábigos.

En el corazón del Junghans Max Bill laten calibres mecánicos o a pilas de ETA. Ambos gozan de una larga presencia en el mercado, por lo que podemos afirmar que son fiables. Los modelos con calibres de cuarzo de precisión son especialmente asequibles: solo cuestan unos 400 €. Por unos 200 € más podrá adquirir el Max Bill Mega, que alberga un movimiento de cuarzo radiocontrolado. Para tener un Max Bill mecánico deberá disponer de unos 500 €, y si lo prefiere automático, entonces deberá invertir unos 750 €. Sin estrenar, el Max Bill Chronoscope con función de cronógrafo cuesta alrededor de 1300 €.

La Junghans Meister es otra línea de modelos con diseño sobrio de esta empresa de Schramberg. Estos se caracterizan por sus esferas fáciles de leer con índices horarios finos o números arábigos grandes, así como por sus agujas con forma dauphine. El reloj de estilo retro Meister Pilot recuerda con su esfera negra y su bisel dodecagonal a los cronógrafos del ejército de la Alemania occidental de los años 50. No obstante, la nueva versión de este modelo se diferencia de su predecesor por su tamaño: ahora el reloj tiene un diámetro de 43 mm. En su interior late el calibre J880.4 basado en calibres ETA. Este movimiento alberga un módulo de cronógrafo que le permite cronometrar intervalos de tiempo hasta 30 minutos y posee una reserva de marcha de 38 horas. Un ejemplar de Junghans Meister sin estrenar tan solo cuesta unos 1700 € y ofrece, por tanto, una excelente relación calidad precio. Dependiendo de la condición en la que se encuentre, un modelo vintage de los años 50 puede costar entre 1400 € y 4000 €.

El fabricante de relojes alemán Sinn Spezialuhren tiene su sede en Fráncfort del Meno. En comparación con otros fabricantes, Sinn es una empresa relativamente joven. El aviador, instructor de vuelo y piloto de rally, Helmut Sinn, fundó la empresa en 1961. Desde los inicios de la empresa, su prioridad fue fabricar relojes funcionales a precios asequibles. El catálogo de Sinn incluye relojes de aviador y de buceo con buena legibilidad, así como relojes para misiones, diseñados especialmente para ser llevados por equipos de rescate y unidades especiales.

Un ejemplo de este tipo de relojes es el reloj de buceo UX GSG 9, que es el reloj oficial en inmersiones de las divisiones marítimas del GSG 9, la unidad de operaciones especiales contraterrorista de la Policía Federal Alemana. Este reloj de cuarzo fabricado con acero manganeso se mantiene hermético hasta los 12 000 m (1200 bar) de profundidad y funciona sin problemas hasta los 5000 m (500 bar). Un ejemplar de este reloj de pulsera tan robusto cuesta, nuevo, unos 2000 €, y de segunda mano, 1400 €.

El reloj de aviador Sinn 103 St es uno de los clásicos en Alemania. Este cronógrafo tiene una esfera negra, un bisel giratorio bidireccional con una escala de 60 minutos, un indicador del día y la fecha a las 3 en punto, y subesferas a las 12, 9 y 6. En la versión estándar, los indicadores está protegidos por cristal acrílico a prueba de golpes. La caja de acero inoxidable garantiza una hermeticidad hasta los 200 m (20 bar), por lo que este reloj es perfecto para la piscina o para hacer snorkel. Este reloj alberga el calibre Valjoux 7750. Para ser un cronógrafo, su precio es asequible: un ejemplar del Sinn 103 St cuesta alrededor de 1600 €.

Alemania goza de una importante tradición relojera. Las empresas relojeras están distribuidas por toda la geografía del país: de norte a sur, de este a oeste y tanto en grandes ciudades como en pequeñas localidades. No obstante, los centros de la industria relojera son, por una parte, Glashütte, en los Montes Metálicos en el este de Alemania, y, por otra parte, la región de la Selva Negra, en el sudoeste. En esta última región cabe destacar la ciudad Pforzheim, que es la sede de marcas como Archimede, Benziger, Laco o Stowa, también conocida por sus relojes de aviador, como Laco.

Ismaning, situada cerca de Múnich, es la sede de POINT tec Electronic GmbH. Esta empresa posee numerosas marcas que son conocidas por fabricar relojes de alta calidad a precios asequibles. Entre estas se encuentran Junkers, Zeppelin, Iron Annie y Maximilian. Asimismo, Múnich es la sede también de otras marcas como Erwin Sattler o UTS München.

El fabricante de relojes más conocido de Berlín es Askania. Esta empresa, fundada en 2004, con su línea de relojes utiliza equipamiento óptico y de precisión de la antigua Askania Werke AG, que también tenía su sede en la capital alemana. Askania Werke AG era famosa por sus cámaras de cine y proyectores.

La marca berlinesa Lilienthal es una de las empresas emergentes de la industria relojera. Sus relojes de pulsera son asequibles, está producidos en Alemania y albergan en su interior movimientos suizos de cuarzo Ronda. En cuanto al diseño, Lilienthal dota a sus relojes de un aire moderno y urbano. Las esferas y las correas de piel que incorporan sus relojes también proceden de Alemania.

Meistersinger tiene su sede en el oeste de Alemania. Este fabricante de la ciudad de Münster se ha especializado en relojes de solo una aguja, que llevan produciendo desde 2001. Aunque la marca es bastante joven si la comparamos con otras, posee una tradición en la fabricación de relojes de una aguja que se remonta a mucho antes. Ya en la Edad Media era muy común el uso una sola aguja en relojes de iglesia. Además, el nombre de la marca también tiene un origen histórico: en los siglos XV y XVI, muchos poetas y músicos de clase media se unieron en gremios, y pasaron a llamarse los Meistersinger (Maestros cantores).

El diseño con una solo aguja tiene una ventaja adicional: lo ralentiza todo. Por este motivo, la marca utiliza como logotipo la figura musical del calderón en posición invertida, puesto que esta aumenta la duración de cualquier figura musical a la que afecte. El catálogo de Meistersinger incluye desde relojes con un diseño atemporal y Bauhaus hasta relojes deportivos herméticos hasta 200 m (20 bar). Los precios de los característicos relojes de una aguja se extendien de los 500 € que cuesta un reloj de cuarzo hasta los 15 000 € que cuestan las ediciones limitadas fabricadas en oro. No obstante, la mayor parte de los relojes mecánicos de Meistersinger cuestan entre 1000 € y 2000 €.