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El reloj de bolsillo: origen y uso actual
La característica más relevante de los relojes de bolsillo es que están diseñados para ser transportados en un bolsillo, a diferencia de la gran mayoría de relojes, que se utilizan en la muñeca. Cada reloj de bolsillo posee sus características propias pero, aparte de la obvia clasificación en marcas y modelos, estos relojes se pueden definir en función de uno de sus componentes: la esfera. De este modo, un reloj de bolsillo puede tener la esfera descubierta o puede poseer una cubierta que la proteja. En esta misma línea, los relojes que poseen la esfera descubierta suelen tener el colgante con la corona en la parte superior (posición de las 12), mientras que los que tienen la esfera cubierta presentan generalmente una bisagra a la altura de las 6 y el colgante con la corona se suele situar en el lado opuesto (posición de las 3).
Breve historia del reloj de bolsillo
La idea del reloj de bolsillo surgió en el siglo XVI pero su uso no se popularizó hasta principios del siglo XIX, época en la que se consiguió fabricar relojes de una durabilidad aceptable y cuyos precios los hicieron asequibles para un sector de la población cada vez mayor.
Los relojes de bolsillo mejor valorados actualmente
Si hasta hace poco el reloj de bolsillo se asociaba con personajes de épocas remotas, en la actualidad su uso ha adquirido una nueva relevancia. Hoy en día, cualquier hombre que desee dar un toque de elegancia y sofisticación a su atuendo considerará el reloj de bolsillo como una elección acertada. Entre los amantes de los relojes de bolsillo, las marcas y modelos más valorados son Richard Mille y su RM-20, Patek Philippe con el modelo “Staybrite”, Jules Jurgensen con el 16362, los relojes de Elgin o el Omega Circa 1915.