Presten atención porque hoy hablamos de TAG Heuer. La marca fue fundada por Edouard Heuer alrededor del año 1860, y se hizo un nombre con sus cronómetros y otros instrumentos para las carreras. En 1916, la empresa creó el Microsplit, que podía cronometrar con precisión a la centésima de segundo.
Conocida entonces como Heuer, la marca ayudó a crear el que posiblemente sea el primer movimiento de cronógrafo automático en 1969: el Calibre 11. El debate continúa hasta el día de hoy sobre si el Zenith El Primero o el Seiko 6139 son los verdaderos poseedores de este honor.
A finales de la década de 1970, Heuer se tambaleó al fusionarse con Leonidas antes de venderla a Lemania. Un holding privado con sede en Luxemburgo, el Grupo Techniques d’Avant Garde (conocido como TAG) adquirió entonces la empresa, que a partir de entonces se conocería como TAG Heuer. Desde 1999, la marca es propiedad del conglomerado de bienes de lujo LVMH.
TAG Heuer: los modelos de relojes más populares
Hay tres modelos principales por los que la marca es conocida, y todos son cronógrafos. Tenemos el Carrera, una opción elegante y compacta. Luego está el Autavia cuyo nombre es una combinación de «automoción» y «aviación»; este reloj está diseñado para servir a ambas pasiones. Por último, tenemos el Monaco, un cronógrafo cuadrado reconocible al instante y que fue llevado por Steve McQueen, el «King of Cool», en la película de 1971 Le Mans.
TAG Heuer: ¿una marca de relojes respetada?
TAG Heuer es la marca más apreciada por los aficionados a las carreras gracias a su herencia y a su enfoque en los deportes de motor. Los precios de sus relojes suelen rondar entre los 1000 € y los 5000 €. En los últimos años, TAG Heuer ha ido más allá de sus modelos icónicos para incluir el primer reloj inteligente de una marca de lujo suiza, así como cronógrafos muy técnicos que utilizan elementos como movimientos de transmisión por correa y osciladores magnéticos. En la comunidad de coleccionistas, hay un creciente aprecio por los cronógrafos de la marca de la época dorada de Heuer en los años 60 y 70. Los precios de estos modelos son cada vez más altos en las subastas.