Un indicador de fase lunar añade claramente un gran interés a nivel visual a la esfera de cualquier reloj. También es un testimonio de las excelentes habilidades técnicas de una marca; además, siempre es toda una experiencia ver cómo la luna se mueve (muy lentamente) a lo largo de su ciclo. Pero la pregunta que deberíamos hacernos es: en 2023, ¿realmente necesita alguien un indicador de fase lunar en su reloj? La respuesta es no. No obstante, desde los inicios de la relojería, la fase lunar siempre ha desempeñado un rol muy importante.
La fase lunar: artesanía relojera en ciclos de 29.5 días
Como su nombre indica, la complicación de fase lunar muestra las fases de la Luna. En general, los relojes tienen en la esfera una abertura semicircular donde se ve una imagen de la Luna. En el interior de dicha abertura se encuentra un disco que representa la fase actual de la Luna y que gira imitando el ciclo lunar completo, que dura 29.5 días.
Durante estos 29.5 días, dicha complicación muestra la fase actual de la Luna a medida que crece y mengua. Al comienzo del ciclo lunar, se produce la Luna nueva, que es cuando la Luna se sitúa entre la Tierra y el Sol de tal modo que su cara oculta da a la Tierra. A medida que avanzan los días, el trozo de la Luna visible va aumentando de tamaño. La fase creciente da paso a la fase de cuarto creciente, cuando es visible la parte derecha de la Luna. La siguiente fase es la Luna llena, después viene el tercer cuarto y, finalmente, la Luna mengua y acaba desapareciendo de nuevo.
La fase lunar: su origen
¿Cómo surgió la complicación de la fase lunar? La mejor manera de entenderlo es parafrasear a Platón: «la necesidad es la madre de la invención». Cuando se inventó esta complicación proporcionaba información esencial para diversos fines. No hay que olvidar, además, que la luna tiene una gran influencia en nuestras vidas, sobre todo en lo que respecta a la hora, las mareas y la luz.
Para la navegación marítima, por ejemplo, la Luna indicaba la dirección del trayecto y sus fases ayudaban a seguir el transcurso del tiempo. Además, las mareas también se ven afectadas por las fases de la Luna; la marea más alta se produce durante la luna llena.
Existen muchos ejemplos para entender dicha influencia de la Luna. Los militares, por ejemplo, saben que es más fácil viajar de noche a la luz de la Luna llena. Los encuentros espaciales, asimismo, se programaban en función de la fase lunar y la caza de animales nocturnos siempre se ha considerado más fácil bajo la luz de la Luna.
Pero, en 2023, ¿seguimos necesitando relojes con fase lunar?
Hoy en día, un indicador de fase lunar como herramienta práctica es poco útil. La electrónica moderna ya nos dice todo lo que necesitamos saber para la navegación y con fines militares. Sin embargo, la fase lunar sigue siendo una complicación muy popular y deseable en los relojes de hombre y mujer.
En los modelos Reverso de Jaeger-LeCoultre, por ejemplo, abundan las fases lunares. Además de su belleza, aportan un cierto grado de refinamiento.
Asimismo, muchos de los relojes Portofino y DaVinci de IWC también cuentan con indicador de fase lunar. Aunque la marca es conocida por su estética espartana, sus relojes con fase lunar siguen siendo muy populares.