Ya hablemos del Derby de Kentucky en EE. UU., el Royal Ascot en Inglaterra, el Prix de l’Arc de Triomphe y el Prix de Diane en Francia o la reunión de primavera en Baden-Baden, Alemania, todos estos acontecimientos ecuestres internacionales tienen algo en común. ¿Sus peculiares sombreros? Eso también. Pero estamos pensando, ante todo, en Longines, ya que su conexión con la hípica desempeña un papel especialmente importante para este fabricante de relojes.
Una historia de precisión y pasión
Muchos fabricantes de relojes tienen afinidad con los deportes en los que el cronometraje desempeña un papel importante. La manufactura suiza de relojes Rolex no solo apoya la equitación, sino también la vela y la Fórmula 1, mientras que Omega es el cronometrador oficial de los Juegos Olímpicos y patrocina el bobsleigh. La participación de Longines abarca desde los deportes ecuestres hasta el esquí alpino. Sin embargo, su relación con la hípica es algo especial para la empresa de Saint-Imier.
Cómo surgió la conexión de Longines con la equitación
Todo comenzó en 1878, cuando Longines fabricó el primer cronógrafo con un grabado de un jinete y su caballo en acción en el reverso. Este motivo, que también se puede encontrar en jarrones antiguos, muestra cuánto tiempo lleva la gente fascinada por la destreza de estos nobles compañeros de cuatro patas. Los distintos tipos de carreras de caballos, como las de resistencia, galope y obstáculos, proceden del empeño del hombre por poner a prueba tanto la destreza del animal como la del jinete. Apenas tres años después de su lanzamiento, el Longines Chronograph ya se utilizaba de forma generalizada en los hipódromos estadounidenses. Seguramente el criterio decisivo no haya sido el grabado, sino el espíritu pionero de la empresa por producir movimientos cada vez más precisos. El calibre 20H, presentado en 1878, marcó el comienzo. La fama de la calidad de los relojes de Longines se extendió rápidamente por todo el mundo ecuestre. Todos los que tenían alguna relación con este deporte querían equiparse con el reloj más preciso. Para los entrenadores, jinetes y propietarios de caballos, era importante saber lo rápido que era un caballo para poder progresar en el entrenamiento. Los cazatalentos buscaban un potencial oculto en caballos aún desconocidos, y los visitantes de los hipódromos tomaban sus decisiones de apuesta en función del tiempo por vuelta de cada caballo.
Los dos minutos más emocionantes del deporte
El primer Derby de Kentucky, que hoy en día es una de las carreras de purasangres más importantes de los Estados Unidos, tuvo lugar en 1875. De los 10 000 visitantes iniciales se ha pasado a 150 000. Entre ellos se encuentran numerosas estrellas consolidadas y emergentes del mundo del deporte, la industria del cine y la política. Sabemos, por carreras tan populares como el Salto Internacional de Montecarlo o las carreras de caballos de Sanlúcar, que hay algo más en juego que un premio en metálico. Estamos hablando de prestigio y una entrada en los libros de historia. Esta es otra de las razones por las que el propio Derby de Kentucky se conoce como «Los dos minutos más emocionantes del deporte». El ganador también recibe un refinado reloj de Longines. Pero no hace falta ser un magnífico jinete para ganar un premio de Longines en el Derby de Kentucky. Un atuendo especialmente singular podría ser suficiente. En honor al lema de la empresa «La elegancia es una actitud», los visitantes con el vestuario más elegante también recibirán un premio y un reloj de lujo de la casa. Teniendo en cuenta la perseverancia con la que Longines ha perfeccionado sus relojes y se ha implicado en la hípica, no es de extrañar que esta marca sea, desde hace muchos años, el socio oficial de las principales carreras de caballos, además de ostentar el título de cronometrador oficial. El compromiso de Longines es muy diverso. En 1912, la empresa fue cronometradora oficial de un torneo de salto de obstáculos por primera vez. Esta asociación llevó a la creación de la Longines World Equestrian Academy en 2016.
¿Un reloj para un caballo?
En general, la pasada década se ha caracterizado por la consolidación de asociaciones con las principales federaciones ecuestres. Destaca especialmente el año 2013, cuando Longines estableció asociaciones a largo plazo con la Federación Ecuestre Internacional (FEI) y la Federación Internacional de Autoridades Hípicas (IFHA, por sus siglas en inglés). Uno de los principales objetivos de la empresa es promover y honrar el carácter excepcional de este deporte. En 2013, Longines anunció su premio al mejor caballo de carreras del mundo, y un año después, en 2014, el premio al mejor jinete del mundo. Para determinar quién ha sido el jinete o el caballo de carreras con más éxito del año anterior, se utiliza un sistema especial de puntos. El ganador también es obsequiado con un reloj de lujo de Longines. Sin embargo, como los caballos rara vez miran la hora, el propietario del mejor caballo es quien recibe el exclusivo reloj de Longines.
El Longines Positioning System
Según el calendario chino, el 2014 fue el año del caballo. Para conmemorar la ocasión, Longines presentó un reloj de pulsera de oro rosa con un caballo y un jinete saltando un obstáculo en el reverso; un guiño a su predecesor del siglo XIX. Sin embargo, Longines no se detuvo ahí. Solo un año después, introdujo un revolucionario sistema de medición: el Longines Positioning System (LPS). Con hasta 1000 mediciones por segundo, permite determinar la posición exacta de un caballo, la clasificación de todos los participantes y la distancia entre los caballos con una precisión de 5 cm.
¿La equitación sin Longines?
Sería algo impensable, porque la lista de colaboraciones en las que Longines actúa como socio y cronometrador oficial en los deportes ecuestres es casi interminable. Longines forma parte inseparable de la hípica. Teniendo en cuenta la filosofía de la empresa, podemos imaginar que esta combinación rendirá al máximo durante muchos años.