Aunque los tópicos no siempre reflejan la verdad, tampoco se convierten en tópicos sin razón. La mayoría de la gente asocia la marca Seiko con relojes asequibles de Japón. Seiko ciertamente fabrica algunos relojes muy asequibles, pero no es ahí donde termina su historia. La compañía también ofrece una amplia gama de productos de calidad que pueden competir con los mejores relojes en cualquier rango de precio. La marca Grand Seiko está en el extremo superior del mercado y representa lo mejor de lo que Seiko tiene para ofrecer. Averigüemos más sobre la historia de Grand Seiko.
La marca Seiko
No podemos abordar la increíble historia de Grand Seiko sin echar un vistazo a Seiko. En 1881, Kintaro Hattori fundó K. Hattori & Co. en Tokio, Japón. La compañía alcanzó una buena reputación por sí misma reparando y vendiendo relojes importados. Nueve años más tarde, Hattori abrió la fábrica Seikosha para poder producir sus propios relojes de pared. Seikosha se traduce aproximadamente como «casa de exquisita mano de obra», que es un nombre especialmente apropiado cuando se trata de Grand Seiko.
La búsqueda de la excelencia
La historia de Grand Seiko no comienza hasta 1959; año en que Seiko decidió dividir la fábrica de Suwa Seikosha y la de Daini Seikosha en dos entidades separadas. Ambas fábricas producían relojes Seiko, pero a partir de ese momento producirían los relojes como dos empresas diferentes con la esperanza de impulsar la innovación y la competencia. Esto obligó a cada empresa a ser creativa en sus intentos de superar a su competidor y conseguir los mejores relojes posibles.
Grand Seiko frente a King Seiko
En su búsqueda de la excelencia en el ámbito de los relojes mecánicos, la fábrica de Suwa Seikosha presentó a su Grand Seiko ref. 3180 al mundo. Fue la respuesta de Seiko a los relojes suizos de alta calidad. El precio de catálogo equivaldría actualmente a unos 3000 euros, lo que resultaba muy elevado en aquel momento. En el fondo de la caja a presión había una imagen de un león, el rey de la selva, que simbolizaba el papel de Seiko como el rey de los relojes. Este símbolo todavía se puede encontrar hoy en día en las cajas de los relojes Grand Seiko.
En 1961, Daini Seikosha respondió con la producción de su primer King Seiko. El reloj también estaba equipado con un movimiento de cuerda manual con 25 joyas, pero sin número de referencia. La mayor diferencia entre los dos relojes era la falta de certificación del cronómetro. El King Seiko no se probó internamente, lo que implica que se consideraba un modelo menos importante que el Grand Seiko.
La gramática del diseño
Durante una visita a un minorista de Seiko, Taro Tanaka, el hombre a cargo del diseño de Seiko, notó que los relojes de Seiko carecían de atractivo estético. En respuesta, se le ocurrió la «Gramática del Diseño» en 1962, que consistía en cuatro reglas importantes:
- Todas las superficies y ángulos de la caja, la esfera, las agujas y los índices deben ser planos y geométricamente perfectos para reflejar mejor la luz
- Los biseles deben presentar curvas bidimensionales simples y facetadas
- No se tolerará ninguna distorsión visual desde ningún ángulo, y todas las cajas deben tener acabados en espejo
- Cada caja debe ser única para cada referencia en lugar de utilizar un diseño de caja redonda genérica
En respuesta a estas reglas, tanto el Grand Seiko como el King Seiko desarrollaron un número de nuevos relojes. El primer modelo revisado del Grand Seiko, el 57GS, apareció en 1964. Este reloj tenía una caja completamente nueva. La anterior caja circular fue reemplazada por una caja plana y angular. Ese mismo año, el King Seiko lanzó el 44KS en línea con las nuevas reglas de diseño de Seiko. Más tarde inspiraría un legendario reloj Grand Seiko.
Construyendo el legado
En 1967, Grand Seiko presentó el GS44, el reloj de pulsera de cuerda manual más preciso del mundo, con un movimiento llamado «Hi-Beat» que late a 18 000 A/h. Este reloj es un gran ejemplo de lo que Seiko se propuso hacer en primer lugar: construir los mejores relojes del mundo con increíbles diseños distintivos y movimientos técnicamente magníficos que son extremadamente precisos.
El Grand Seiko GS61 de 1967 personifica esa filosofía. Es el reloj Grand Seiko más legendario y encarna todo lo que la marca pretendía. El GS61 fue el primer Grand Seiko con un movimiento automático Hi-Beat de 36 000 A/h. Además, el diseño de la caja sigue las reglas de Tanaka al pie de la letra.
La revolución del cuarzo
A finales de 1969, toda la industria relojera se puso patas arriba. Ese año, Seiko introdujo el primer reloj de pulsera de cuarzo, el Astron, que iniciaría la revolución del cuarzo. Grand Seiko comenzó a fabricar algunos modelos de cuarzo, pero la producción terminó por detenerse. En 1975, Seiko cesó la producción de los modelos Hi-Beat King Seiko.
El Grand Seiko reimaginado
En 1988, Seiko reintrodujo la submarca Grand Seiko para algunos de sus relojes de cuarzo de alta gama. Sin embargo, no fue hasta 1998 que el nombre Grand Seiko pudo recuperar parte de su antigua gloria. Ese año, Seiko introdujo el Grand Seiko 9SGS. Marcó el regreso a la «Gramática del Diseño» de Tanaka. En términos de tecnología, Grand Seiko fue capaz de mejorar el movimiento con la ayuda de la tecnología informática; la búsqueda de la excelencia estaba de vuelta.
De Japón al mundo
Grand Seiko hizo todo lo posible para mostrar al mundo de lo que era capaz, pero los relojes solo estaban disponibles inicialmente en Japón. Cada vez más gente se hacía eco de los logros del Grand Seiko, pero pocos tenían acceso a sus relojes. Uno de estos logros fue el lanzamiento de la tecnología Spring Drive de Seiko, que apareció por primera vez en 1999. El Spring Drive elimina el escape a favor de una rueda de deslizamiento electromagnética que se alimenta y regula por sí misma, creando un reloj más preciso y eficiente. Cuando Seiko consiguió aumentar la reserva de marcha a 72 horas, la tecnología Spring Drive se introdujo en la serie 9R6 de relojes Grand Seiko, en 2004.
No fue hasta el 2010 que Seiko decidió vender Grand Seiko fuera de Japón. Finalmente, sus relojes llegaron a una audiencia mundial, lo que llevó a un rápido aumento en el reconocimiento de la increíble artesanía de la marca. Grand Seiko se convirtió en sinónimo de movimientos tecnológicamente superiores, diseños con personalidad propia y una increíble atención al detalle. Las esferas son fascinantes, las agujas y los índices se producen con gran atención al detalle, y el acabado es impresionante.
Una marca independiente
El último capítulo de la historia de Grand Seiko es su transición de ser una submarca de Seiko a ser su propia marca independiente. En 2017, Seiko anunció que Grand Seiko se separaría para convertirse en una marca de lujo independiente dirigida al mercado de relojes de alta gama. Este cambio fue visible no solo en su modelo de negocio, sino también en las esferas de sus relojes. Anteriormente, cada esfera tenía el nombre de Seiko en la mitad superior de la esfera y el nombre y el logo del Grand Seiko en la parte inferior. Los nuevos relojes llevan con orgullo el logo de GS y el nombre del Grand Seiko en la mitad superior de la esfera.
El catálogo actual
La actual línea Grand Seiko cuenta con una gama de increíbles relojes de cuarzo, Spring Drive y mecánicos divididos en tres colecciones: la colección Heritage, la colección Elegance y la colección Sport. Cada reloj está construido con los más altos estándares. Uno de los modelos más populares es el SBGA211, que cuenta con un movimiento Spring Drive y la increíble esfera «Snowflake» («copo de nieve») típica de Grand Seiko.
Otros modelos destacados son los Hi-Beat GMT (los SBGJ201 y SBGJ005 son mis favoritos) y los relojes de buceo Grand Seiko como el SBGA229 y el nuevo y extraordinario SBGA403. Lo bueno de los relojes Grand Seiko es que se puede disfrutar de lo mejor de la relojería moderna sin pagar una fortuna. Algunos modelos pueden resultar costosos, pero no siempre es así, puesto que los precios de los relojes Grand Seiko empiezan desde 3000 euros. Ahora, todo lo que le queda por hacer es revisar la increíble selección de esta marca y sorprenderse con todo lo que Grand Seiko puede ofrecer.
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