23/07/2021
 7 minutos

¿Ganará el nuevo Tudor Black Bay Fifty-Eight Bronze la medalla de oro?

De Donato Emilio Andrioli
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¿Ganará el nuevo Tudor Black Bay Fifty-Eight Bronze la medalla de oro?

Los Juegos Olímpicos están a la vuelta de la esquina. Es el momento perfecto para echar un vistazo a los nuevos Tudor Black Bay Fifty-Eight Bronze, porque ningún otro evento deportivo está tan asociado a los materiales bronce, plata y oro como los Juegos Olímpicos. Por esa razón, vamos a someter al nuevo Black Bay Fifty-Eight Bronze, lanzado hace apenas unas semanas, a varias pruebas y a concederle una medalla en las principales disciplinas. ¿Acabará el nuevo Tudor ganando la medalla de oro? ¿O se tendrá que conformar con el bronce? 

Nunca antes el tema había sido aplicado de manera tan consistente por Tudor.
Nunca antes el tema había sido aplicado de manera tan consistente por Tudor.

Black Bay Bronze: un nuevo diseño para el brazalete y el cierre

No es la primera vez que Tudor utiliza el bronce como material para sus relojes, de hecho, ya existen otros tres modelos Black Bays diferentes hechos de este material. Esta vez, sin embargo, Tudor ha intentado hacer las cosas de manera diferentes y significativamente mejor: los antiguos Black Bays de bronce constaban de un diámetro relativamente grande de 43 mm y, por tanto, no eran adecuados para todas las muñecas. Ahora, en cambio, el Black Bay Fifty-Eight presenta un diámetro de solo 39 mm y, por lo tanto, va dirigido a un público significativamente más amplio, sean usuarios o seguidores de los relojes de bronce. Además, es la primera vez que Tudor presenta un brazalete totalmente de bronce, con una importante innovación. Las anteriores referencias Black Bay Bronze solo estaban disponibles con correa Nato o de cuero. Con esta decisión, Tudor perfecciona el diseño de sus relojes de bronce y lo eleva a un nuevo nivel. El diseño de la esfera, con los populares índices de buceo y números arábigos a las 3, 6 y 9 horas respectivamente, ya es familiar, al igual que el bisel de aluminio. El color de la esfera y el bisel se mantienen en «marrón-bronce», por lo que es toda una declaración y una apuesta por el bronce en la que, Tudor, no hace concesiones. 

La mayor innovación, sin embargo, es el cierre «T-Fit» completamente rediseñado. Se trata de una característica muy esperada introducida en la serie Black Bay: un ajuste rápido de la pulsera, que por fin puede ajustarse en 8 mm de forma rápida y segura sin necesidad de herramientas. Me parece excelente la coherencia conceptual que se ha tenido en cuenta a la hora de desarrollar el nuevo Black Bay Bronze, con un tamaño más pequeño y un brazalete de bronce. Además, también me gusta el hecho de que el nuevo cierre permita por fin un ajuste rápido. No obstante, creo que es una pena que Tudor haya seguido el modelo usado por Rolex en el diseño del nuevo cierre. En mi opinión, le resta personalidad al Black Bay. Creo que un nuevo cierre con el diseño típico del modelo Shield habría sido perfecto en términos de diseño. En definitiva, el Black Bay Fifty Eight Bronze «solo» obtiene una medalla de plata en la disciplina del diseño. 

Un cierre con ajuste rápido ha sido una vieja reivindicación de los fans de Black Bay.
Un cierre con ajuste rápido ha sido una vieja reivindicación de los fans de Black Bay.

Mecánica del Black Bay Bronze: de vuelta a lo ya probado

El reloj está equipado con el movimiento de manufactura propia Tudor MT5400. Es el mismo movimiento que ya se utiliza en el nuevo Black Bay Fifty-Eight en oro y plata y es muy similar al MT5402, que se utiliza en los Black Bay clásicos de acero. Así que nada nuevo en cuanto a la mecánica. ¿Es eso algo malo? No, en absoluto. Este movimiento está certificado por el COSC, garantiza una gran precisión y ofrece nada más y nada menos que 70 horas de reserva de marcha. Con una resistencia al agua de 200 metros, el reloj también puede usarse para bañarse. Con los fondos de caja, Tudor está innovando mucho últimamente. Aunque estos siempre fueron de acero y se mantuvieron muy sencillos y sin mucha decoración, Tudor decidió incluir un fondo de caja de cristal de zafiro en los modelos de plata, oro y también en el nuevo Black Bay de cerámica. Esta decisión causó cierta sorpresa y aportó un soplo de aire fresco a la colección de Black Bay. Sin embargo, en mi opinión, no se ajusta en absoluto a la esencia del Black Bay, sobre todo porque no encuentro el movimiento especialmente bello ni tampoco está decorado con detalles. Por esta razón, celebro la decisión de Tudor de volver al fondo de acero para su nuevo Black Bay de bronce. A veces, menos es más. La mecánica es del mayor nivel como es habitual, por lo que el nuevo Fifty-Eight de bronce merece sin duda la medalla de oro en la disciplina de la mecánica.  

Algunos de los cambios son minúsculos, pero a veces menos es más.
Algunos de los cambios son minúsculos, pero a veces menos es más.

Material de Black Bay: ¿es el bronce el nuevo oro?

La siguiente disciplina a la que debe enfrentarse el Black Bay Fifty-Eight Bronze es a la calidad del material. Pero antes de llegar a eso, deberíamos aclarar algo: ¿qué hace que los relojes de bronce sean tan especiales? Hay una cosa que debería tener en cuenta absolutamente antes de decidirse a comprar un reloj de bronce: por muy dorado que sea el reloj al principio, no lo seguirá siendo a largo plazo. El bronce cambia de aspecto y acumula cada vez más pátina con el paso del tiempo, para volverse finalmente entre gris y verde. Sin embargo, si esto es exactamente lo que aprecia, el nuevo Black Bay Fifty-Eight Bronze es una excelente opción. 

La calidad del material y la sensación general del reloj es, como siempre, del más alto nivel en Tudor. Ya sea al girar el bisel, al sostener la pulsera en las manos o al accionar el cierre: todo se funde como si fuera una sola unidad. Personalmente, nunca tengo la impresión de tener que poner algún «pero» cuando tengo un Black Bay en mis manos. Por el contrario: el bisel es excelente y genera un sonido magnífico cuando se gira. Cosas que a menudo echo de menos incluso en relojes más caros. La corona es de alta calidad y presenta un agarre ciertamente bueno. Asimismo, creo que cuando usted aplique el cierre y escuche el sonido tan bonito que genera, estará de acuerdo con mi afirmación: en términos de calidad, este reloj no tiene nada que envidiar a relojes mucho más caros, y en algunos casos incluso los supera. El único inconveniente, en mi opinión, es la pátina que siempre comporta un reloj de bronce. Esto se hace más visible cuanto más se lleva el reloj. Pude comprobar que mi nuevo Black Bay apenas unos días después de su lanzamiento ya había desarrollado más pátina de la que me hubiera gustado. Sin embargo, esto de la pátina del bronce siempre depende de los gustos y, por tanto, también concedo una medalla de oro por la calidad de los materiales, porque el nuevo Tudor Black Bay Fifty-Eight es de primera clase, como siempre.  

Este es el aspecto de los relojes de bronce cuando envejecen en la muñeca de quien los lleva.
Este es el aspecto de los relojes de bronce cuando envejecen en la muñeca de quien los lleva.

¿Es el valor de los relojes de bronce estable?

Los relojes de bronce son muy especiales y se adaptan mejor a los usuarios de relojes que comparten también gustos singulares . Al mismo tiempo, esta particularidad también significa una menor popularidad en comparación con los relojes de acero. ¿Significa esto que presentan también una baja estabilidad del valor? Si comparamos la evolución del precio del Black Bay estándar ref. 79230B con el Black Bay Bronze ref. 79250BA de color gris pizarra, podemos ver que la versión de acero del Black Bay presenta una mejor evolución del valor que la versión de bronce. No obstante, la ref. 79250BM ganó inmediatamente popularidad y aumentó su valor tras el lanzamiento del nuevo Fifty Eight Bronze. Esto no debería de extrañar, ya que la producción del primer Black Bay de bronce ha sido suspendida desde entonces y tiene muchas semejanzas con el nuevo lanzamiento de Tudor. Está por ver, todavía, cuál será la evolución del nuevo Fifty-Eight Bronze.  

En mi opinión es bastante realista que este modelo pueda llegar a tener un rendimiento positivo. Por un lado, el reloj es el popular Fifty-Eight. Por otra parte, el reloj solo puede comprarse oficialmente en determinadas boutiques Tudor, lo que significa que las cantidades de ejemplares fabricados son significativamente menores. Dado que la colección Black Bay suele ser un reloj de valor bastante estable, el Black Bay Fifty-Eight Bronze podría convertirse en una codiciada pieza de coleccionista. El precio de mercado, de algo menos de 7000 euros, es considerablemente superior al precio de catálogo oficial. No obstante, todavía es demasiado temprano para poder estimar con exactitud cómo evolucionará este tema en el futuro. Por esta razón, el Black Bay Fifty-Eight Bronze obtiene una medalla de plata en la disciplina de la estabilidad del valor. 

El resultado final para el Black Bay Bronze: ¿oro, plata o solo bronce?

Tudor ha introducido en el mercado un gran reloj de bronce con un concepto bien cohesionado, así como con la nueva hebilla T-Fit, una característica muy esperada en la colección Black Bay. La calidad de los materiales y la mecánica son del más alto nivel, como es habitual. En cuanto a la estabilidad del valor, el Black Bay Fifty-Eight tiene muchas posibilidades de convertirse en una codiciada pieza de coleccionista. Sin embargo, la puntuación final no llega a la medalla de oro y se queda «solo» en la plata. El tema de la pátina del bronce no es una característica del agrado de todos. Sin embargo, la mayor desventaja para mí es más el diseño del cierre. A pesar de que su nuevo ajuste rápido resulte realmente tan bueno, en mi opinión, la decisión de seguir el modelo de Rolex en esto le resta gran parte de la identidad al Black Bay. Exactamente la identidad que tanto nos ha gustado en los últimos años.  

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Sobre el autor

Donato Emilio Andrioli

Cuando me compré un Tudor Black Bay 41, mi primer reloj mecánico, descubrí una nueva pasión. Sobre todo, me apasionan los relojes icónicos con una historia interesante.

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