08/03/2021
 9 minutos

Calibres de cronógrafo famosos y cómo reconocerlos

De Tim Breining
Calibres de cronógrafo famosos y cómo reconocerlos

Calibres de cronógrafo famosos y cómo reconocerlos

Los aficionados a los cronógrafos mecánicos están viviendo un muy buen momento: desde los modelos básicos más asequibles hasta los de fabricación más complicada, existen innumerables variantes en el mercado. Lo mejor de todo es que, por fin, vuelven a estar disponibles diferentes tipos de movimiento, tal y como era antes de que la crisis del cuarzo diezmara la diversidad de movimientos e impusiera una consolidación sin precedentes en el sector. En lo que se refiere a los cronógrafos, durante mucho tiempo había que rascarse mucho el bolsillo o conformarse con el ETA Valjoux 7750. Aunque este es, sin duda, un excelente movimiento, su hegemonía sobre el mercado y su omnipresencia han dejado a los entusiastas de los cronógrafos ligeramente anestesiados.

La tendencia a los movimientos de fabricación propia está a punto de poner fin a esta antigua falta de diversidad. Y los calibres de cronógrafo asequibles también vuelven a estar disponibles gracias a quienes se especializan en fabricar movimientos. Así, las marcas que no tienen producción propia pueden entrar en regiones de precios asequibles sin tener que recurrir únicamente a los conocidos movimientos del líder del mercado.

Al mismo tiempo, la demanda de relojes vintage no cesa, aunque la variedad de nuevos movimientos es casi imposible de seguir. Este es el momento perfecto para echar un vistazo a algunos destacados movimientos de cronógrafo de décadas pasadas. Al hacerlo, no solo aprenderá algo sobre relojes de otros tiempos, sino también sobre modelos actuales, puesto que muchos de estos movimientos se siguen utilizando hoy en día, o se vuelven a utilizar implementando mejoras. Para este artículo, he seleccionado cinco representantes de esta categoría, a los que vamos a mirar de cerca para entender qué los hace únicos y aún relevantes hoy en día.

Lemania 2310

Empezaremos con un verdadero peso pesado entre los calibres de cronógrafo históricos, el Lemania 2310. En sentido estricto, este movimiento no es tanto una pieza de historia relojera como un componente de nuevo actual. Por qué es así, lo aclararemos luego.

El calibre fue presentado en 1942 por el fabricante de movimientos Nouvelle Lemania. La empresa está ahora bajo el paraguas de Breguet. Muchos coleccionistas lamentan que Lemania haya creado en su día movimientos para una gran parte de los fabricantes de relojes de lujo. Omega participó directamente en el desarrollo del 2310 y lo utilizó bajo la denominación «Omega 321» en sus primeros modelos Speedmaster, Patek Philippe lo convirtió con los refinamientos habituales de la marca en el CH 27-70. En Vacheron Constantin, la variante Lemania 2320, ligeramente mejorada, se utilizó primero como calibre 1141 y luego como 1142. Vacheron Constantin sigue produciendo internamente el 1142 y se utiliza, por ejemplo, en el cronógrafo Harmony. También es posible encontrar movimientos basados en este clásico en Roger Dubuis y Breguet.

La construcción del 2310 puede verse en la imagen del Omega 321. Se trata de un calibre de rueda de pilares. El componente que da nombre a este tipo de movimiento es claramente visible en la esquina superior derecha de la imagen. Un embrague horizontal acciona el mecanismo del cronógrafo. Se puede reconocer el mecanismo por la rueda de embrague giratoria y el característico y finísimo dentado de la rueda central. La forma del puente del cronógrafo varía según la versión de la marca del movimiento. La forma de «u» del puente del cronógrafo se encuentra en la versión 321 de Omega, mientras que el CH 27-70 de Patek tiene un puente en forma de «v». A pesar de las diferencias, a veces muy marcadas, entre las variantes, en todas ellas puede distinguirse la arquitectura general del movimiento. También la forma distintiva de la palanca de la puesta a cero en el lado derecho de la imagen se mantiene idéntica.

Si le interesa el Lemania 2310, no tiene que buscar necesariamente modelos vintage o sucesores modificados: desde 2019, la manufactura fabrica el Omega 321 con extrema fidelidad al original y en pequeñas cantidades. Puede encontrarlo, por ejemplo, en el Speedmaster con la referencia 311.30.40.30.01.001. Si quiere saber más sobre el regreso de este movimiento de leyenda y su tecnología, le recomendamos que eche un vistazo a este artículo.

Zenith 3019PHC

El 3019PHC de Zenith fue la primera encarnación del conocido El Primero, uno de los rivales en la carrera por ser el primer cronógrafo automático, y cuyo diseño se considera una verdadera leyenda. La increíble historia que rodea a Charles Vermot, trabajador de la empresa, tiene un papel importante en el estatus alcanzado por este modelo: durante la crisis del cuarzo, el propietario estadounidense de Zenith de la época no veía ningún futuro a los cronógrafos mecánicos y ordenó que se destruyeran los planos de construcción y las respectivas herramientas. Sin embargo, Vermot escondió las máquinas en secreto en un ático. La iniciativa de Vermot resultó ser más tarde la decisión correcta. Con el renacimiento de la relojería mecánica, el El Primero regresó, e incluso Rolex recurrió en ocasiones a versiones modificadas para su Daytona. Ahora, Zenith ya no suministra a empresas externas, pero los desarrollos posteriores del El Primero siguen gozando de gran popularidad en la amplia colección de cronógrafos de la marca.

Zenith 3019PHC
Zenith 3019PHC

El calibre 3019PHC se puede identificar fácilmente por su distintiva muesca curvilínea del rotor automático. Además, el movimiento, que es un oscilador de alta frecuencia, también puede identificarse acústicamente por su alta frecuencia de 5 hercios (36 000 oscilaciones/hora): el reloj hace tictac mucho más rápido que con los escapes más comunes de 3 o 4 hercios. Las ventajas de las frecuencias de escape más altas son, por un lado, que aumenta la estabilidad de funcionamiento y, por otro, que se pueden medir intervalos más breves, en este caso décimas de segundo.

Los relojes usados con el 3019PHC no son difíciles de encontrar. Un ejemplo especialmente encantador es el Zenith El Primero «TV Screen», un clásico de los años 70 que recuerda remotamente a un televisor de tubo.

Si se siente más cómodo con una nueva compra, Zenith también ofrece calibres actuales basados en el 3019PHC. Los representantes de El Primero de la familia del calibre 4000 se han perfeccionado en muchos detalles y, por ejemplo, están equipados con componentes de silicio. Recientemente, se han lanzado calibres revolucionarios como el El Primero 9004, que tiene dos escapes y permite detener tiempos hasta la centésima de segundo.

Caliber 11

El Calibre 11, también conocido como Chronomatic, era el «homólogo» del Zenith El Primero. Fue desarrollado por las empresas Breitling, Heuer, Hamilton-Buren y el especialista en complicaciones Dubois-Dépraz. Por este motivo, el calibre puede encontrarse en relojes de las tres primeras marcas mencionadas.

Sin embargo, a diferencia del Zenith El Primero, el Calibre 11 desapareció del mercado para siempre con la crisis del cuarzo. Pese a esto, todavía se pueden encontrar relojes vintage de Breitling, Heuer o Hamilton. Además, la variedad es bastante amplia, desde iconos como el Heuer Monaco hasta diseños extravagantes como el Hamilton Chrono-Matic Fontainebleau.

Llegados a este punto, debemos hacer un apunte: el catálogo moderno de Heuer también incluye un «Calibre 11», pero detrás de este nombre se esconde un movimiento ETA o Sellita con un módulo de Dubois-Dépraz. En caso de duda, se puede reconocer fácilmente esta variante moderna por el rotor autobloqueante, puesto que en el Calibre 11 original, este rotor está oculto a los ojos del observador.

Caliber 11 from the consortium Breitling, Heuer, Hamilton-Buren, Dubois Dépraz
El Calibre 11 del consorcio Breitling, Heuer, Hamilton-Buren, Dubois-Dépraz

Si se abre el fondo de la caja de acero de un reloj con el Calibre 11 original, parece evidente que se trata de un calibre de cuerda manual con un piñón oscilante y un embrague horizontal, pero, en realidad, se trata de un movimiento automático. El micro rotor está oculto bajo el mecanismo del cronógrafo, ya que el Calibre 11 es una construcción modular. El movimiento base era un calibre de la Buren Watch Company, que demostró haber presentado la primera patente del micro rotor. El barril del muelle real y el rotor están ocultos por el módulo, y solo es visible el equilibrio del movimiento base.

Dos características en particular facilitan la identificación de este movimiento: los dos grandes puentes, de los cuales el más pequeño tiene una forma casi cuadrada, son inconfundibles. También es inusual la colocación de la corona y los pulsadores del cronógrafo en los relojes con este calibre. Estos últimos se encuentran a las 2 y a las 4, como es habitual, pero la corona se sitúa en el lado izquierdo, a las 9.

Lemania 5100

El Lemania 5100 es uno de esos movimientos, que fueron creados a propósito como un compromiso económico y no como una pieza de colección. El aspecto de este movimiento es rústico y el aficionado a la relojería de hoy en día no suele sentir demasiado aprecio por las numerosas piezas estampadas y los componentes de plástico.

El movimiento fue presentado en 1974 y es, por tanto, el calibre más joven de nuestra serie. Su sencilla construcción estaba pensada para competir con otros movimientos de cronógrafo de producción económica disponibles en la época. Al igual que los cronógrafos automáticos de Zenith, Heuer y Seiko, que salieron al mercado unos cinco años antes, el Lemania 5100 ofrecía un mecanismo automático. Es un calibre de construcción integrada, por lo que no cuenta con un movimiento de base ni con un módulo acoplado por separado, sino que el mecanismo del cronógrafo está oculto bajo una placa. Hoy en día, ningún usuario de relojes se querría privar de esa vista, pero en los tiempos del Lemania 5100, las tapas de cristal aún no eran comunes. De todos modos, no hay mucho que ver en este calibre; bajo del rotor aparecen el volante y un único puente de engranaje independiente. Puede decirse que esta mínima vista es también la tarjeta de presentación del 5100.

Lemania 5100, shown here in a version for Omega
Lemania 5100, aquí en una versión para Omega

A pesar de todos estos aparentes aspectos negativos, el Lemania 5100 se ha ganado un lugar en el corazón de los coleccionistas. Hay muchas razones para ello: por un lado, ha demostrado ser extremadamente robusto y resistente a los golpes. Por ejemplo, en el transcurso de una de las misiones Spacelab, el astronauta Reinhard Furrer llevó un Sinn 140 con revestimiento negro, que en aquella época todavía funcionaba con este calibre Lemania.

El principal responsable del mito del 5100 es una función muy especial y que apenas se encuentra en los cronógrafos económicos: un contador central de minutos. Por la ubicación de los totalizadores a las 6, 9 y 12 horas, uno piensa inmediatamente en un Valjoux 7750, pero con el 7750, solo el segundero del cronógrafo está situado en el centro, mientras que el contador de minutos ocupa su propio totalizador. El 5100 tiene cuatro agujas centrales en un eje. Además de la parada de segundero, aquí también se encuentra el contador de minutos del cronógrafo, lo que permite una lectura intuitiva y más precisa de los tiempos de parada.

Con la desaparición del 5100 y el posterior dominio del 7750, los cronógrafos con contador central de minutos se convirtieron en una codiciada rareza. Esto no ha cambiado hasta hoy. Si en la actualidad un modelo presenta esta rara característica, se trata en la mayoría de los casos de una conversión de ETA, o de un reloj de fabricación propia y con un alto precio.

Del 5100, bajo la égida del grupo Swatch, solo queda un movimiento poco conocido llamado C01.211, que puede encontrarse en modelos baratos de Tissot. Por desgracia, decidieron no utilizar un contador de minutos central y se decantaron por un escape de plástico para este calibre económico. No es un sustituto digno para los seguidores del calibre original. Afortunadamente, los relojes antiguos con el 5100 siguen siendo asequibles, y también hay piezas de repuesto disponibles. Si le interesa este encantador movimiento, busque los modelos de Sinn, Heuer, Omega o Fortis en los que se utilizó.

Venus 175

Conseguir un cronógrafo vintage con un movimiento de buena reputación no suele ser barato. En principio, esto también se aplica al vetusto Venus 175 de Fabriques d’Ebauches Vénus de los años 40. Sin embargo, al igual que con el Omega 321, la producción de este movimiento se reanudó, aunque en circunstancias menos prestigiosas. De hecho, hubo dos reinicios de la producción, en ambos casos a cargo de la empresa china Tianjin Sea-Gull. Con licencia en la década de 1960 como calibre de cronógrafo para el ejército chino, fabricaron relojes para sus propios militares en máquinas de producción Venus originales. Tras el cambio de milenio, la producción se reanudó con el renovado éxito de los relojes mecánicos. Por unos 300 euros, se obtiene una acertada réplica del cronógrafo militar de la época, dotada de fondo de cristal y cristal de zafiro si se desea.

Un vistazo a la parte trasera del reloj revela un movimiento de cronógrafo clásico con cuerda manual, rueda de trinquete y embrague horizontal.

To the left, a picture of the historic Venus 175; to the right, a Seagull ST 19
A la izquierda, una imagen del histórico Venus 175, a la derecha, un Sea-Gull ST 19

A pesar de su bajo precio, la versión actual del Venus 175 no tiene una estética mala. Gracias a la ausencia de rotor, todo el mecanismo es fácil de ver y la rueda de interruptores azul brillante llama inmediatamente la atención. Sin embargo, una mirada bajo la lupa revela rastros visibles de la mano de obra en el ST 19, como la empresa llama a esta nueva edición del movimiento. Al menos viene con mejoras en los detalles, como joyas adicionales.

Si no le gusta el aspecto del cronógrafo de aspecto vintage propio del Sea-Gull, tiene algunas opciones más para seguir disfrutando de este calibre económico. La confianza en el fabricante chino es cada vez mayor, y las micromarcas en particular acogen la oportunidad de ofrecer por fin cronógrafos asequibles con modelos de tres agujas a precios razonables.

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Sobre el autor

Tim Breining

Mi interés en los relojes empezó alrededor de 2014, cuando aún estaba estudiando ingeniería. Mi curiosidad inicial se transformó pronto en pasión. Puesto que la sede …

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