Con la llegada del 70.° aniversario del primer reloj de buceo, el Fifty Fathoms, Blancpain vuelve a estar en boca de todos. Los entusiastas de los relojes deberíamos aprovechar la ocasión para echar un vistazo no solo a las ediciones especiales de este modelo, sino a la marca en su conjunto. Pues, aunque Blancpain presume de ser la casa de relojes más antigua, sigue sin recibir toda la atención que se merece. Pero este fabricante de relojes no solo ha producido algunas invenciones revolucionarias, ¡sino que también es el único que todavía no ha elaborado nunca un reloj de cuarzo! Hoy me gustaría compartir con usted por qué nos apasiona Blancpain, ¡y espero que pronto a usted también!
La historia de la marca
1735: ese es el año al que se remonta la historia de Blancpain. Por aquel entonces, Jehan-Jacques Blancpain empezó su andadura profesional como relojero en su hogar, el pueblo de Villeret. Sus descendientes continuaron con el negocio, y para 1815 ya habían desarrollado calibres extraplanos. Los relojes tenían una gran demanda, por lo que se comenzó con su producción en serie. Gracias a ello, Blancpain pronto se convirtió en una de las empresas más importantes de Villeret. En sintonía con los tiempos, en 1926 llegó su primer reloj de pulsera automático. Pero, cuando Frédéric-Emile Blancpain falleció en 1932 y su hija no quiso hacerse cargo de la empresa, esta se vendió a dos de sus empleados. Una de ellos era Betty Fiechter, que había ocupado el puesto de asistente durante mucho tiempo. Si los años anteriores ya había dejado su impronta en la marca en un segundo plano, ahora era oficial: ¡una mujer (aunque junto a un hombre) estaba al frente de Blancpain! Fiechter estuvo dirigiendo la empresa hasta 1950, cuando la sucedió su sobrino.
Desde un primer momento, Blancpain había anunciado que no fabricaría ningún modelo de cuarzo. Por este motivo, fue una de las empresas que más duramente se vio afectada por la crisis del cuarzo. En 1983, los derechos al nombre de Blancpain se vendieron a dos leyendas de la industria relojera: Jean-Claude Biver y Jacques Piguet. ¡Por aquel entonces, el precio de venta fue de tan solo 22 000 francos! Este dúo trasladó la producción a Le Brassus y logró lo imposible: resucitar a Blancpain. Cuando, diez años después, el actual Grupo Swatch adquirió la compañía, el precio de venta ya había alcanzado los 60 millones de francos. Una revalorización de tal magnitud es extremadamente rara. Hoy en día, la empresa ha demostrado que vuelve a ser un actor importante del sector y que incluso puede sentar nuevos estándares.
Fifty Fathoms
Fifty Fathoms significa «50 brazas náuticas», es decir, 91.44 metros. Blancpain garantizaba la hermeticidad del primer reloj de buceo hasta esta profundidad. ¡Para aquella época, era algo realmente impresionante! Este modelo se desarrolló para la Marina francesa y fue el primer reloj herramienta para buzos, anterior incluso al famoso Submariner de Rolex. Este reloj también disponía ya de un bisel unidireccional, lo que sigue siendo un estándar para todos los relojes de buceo.
Si bien los modelos actuales presentan una resistencia al agua mucho mayor (de al menos 300 metros, es decir, 164 brazas), se mantuvo el nombre Fifty Fathoms para la colección. Hoy en día, esta no solo incluye relojes sencillos de tres agujas, sino también versiones que apenas nos atreveríamos a llevar para bucear: cronógrafos con función flyback o incluso tourbillon y elaboradas en oro rosa. Algunos Fifty Fathoms son más piezas de coleccionismo que divers. ¿Pero puede haber mejor tributo para un reloj tan legendario?
En cualquier caso, las leyendas también deben adaptarse al paso del tiempo. Para celebrar su 60.° aniversario, en 2013 Blancpain presentó la colección Bathyscaphe, cuyo nombre procede del legendario submarino del investigador suizo Auguste Piccard. Con su diseño, claramente modernizado, resultaba más contemporáneo. Al principio solo estaba disponible con un diámetro de 43 mm, pero en 2017 le sucedió una versión de 38 mm. Esta es perfecta tanto para muñecas más estrechas como para damas.
Villeret
Villeret es más que la cuna de Blancpain: también es el nombre de su colección más extensa, la que contiene los modelos más representativos de la marca. Desde relojes intencionadamente sencillos hasta laboriosos modelos, esta serie contentará a los amantes de todo tipo de materiales, tamaños y complicaciones. Y son precisamente las complicaciones que se ofrecen en esta colección las que merecen la atención de todo entusiasta, pues reflejan el extraordinario nivel de Blancpain.
Por supuesto, en la colección Villeret no pueden faltar los modelos con tourbillon, una complicación que sirve para compensar la influencia de la gravedad en la precisión del reloj. Con frecuencia se trata de un tourbillon volante, pues dicha construcción, que permite admirar mejor la complicación, fue introducida por primera vez por esta manufactura. Además del tourbillon, Blancpain también ofrece otra complicación para reducir el influjo de la gravedad sobre la exactitud del reloj: el carrusel. Mientras que con el tourbillon un tren de engranajes establece la conexión con el barrilete, con el carrusel son dos. Gracias a la fuerza motriz para el escape y el control de la jaula móvil, se garantiza la máxima precisión posible. Y cómo no, todo esto se presenta con elegancia mediante una esfera parcialmente abierta. Si lo que quiere es una complicación muy especial, ¡el carrusel es lo que busca!
Otro modelo destacado, aunque completamente diferente, es el Villeret Calendrier Chinois. Un calendario perpetuo ya se considera una complicación muy laboriosa, pero un calendario chino tradicional es más complejo aún. Mostrar ambos elementos de forma paralela en un mismo reloj es un auténtico reto. El calendario chino se basa en los ciclos lunares, con meses intercalados cada dos o tres años. El calendario gregoriano, por su parte, se guía por los días solares. Además, en este último el día tiene 24 horas, mientras que en el chino son 12 horas dobles, cada una de ellas representada por un animal diferente del zodiaco chino. Fueron necesarios cinco años de investigación para sincronizar ambos calendarios. Pero el resultado es perfecto: todos los aspectos de estos dos calendarios se muestran correctamente en la esfera. Resulta casi imposible encontrar un ejemplar más elaborado y hermoso que el Villeret Calendrier Chinois.
Ladybird
Como su nombre deja entrever, los relojes de esta colección están dirigidos al público femenino. Son alegres, están engastados con diamantes y a veces sus esferas lucen un diseño extravagante. ¿Está perdiendo ya el interés porque cree que se trata de meros relojes joya? Espere un momento y siga leyendo: los relojes Ladybird también son obras maestras horológicas. Todos ellos disponen de calibres automáticos, como es habitual con Blancpain. Algunos modelos llevan el nombre Ultraplate y miden un máximo de 9 mm de alto, ¡así que son planísimos! Esta colección es una excepción muy bienvenida en el mundo de los relojes de mujer. Ya sea con un indicador de la fase lunar a modo de complicación o como reloj de tres agujas, ¡esta combinación de tecnología y estética sería un estándar muy deseable en el universo de los relojes femeninos!
Air Command
Después de haber desarrollado el Fifty Fathoms para la Marina, la Luftwaffe también mostró interés en un reloj para sus propios fines. Así fue como surgieron los primeros modelos Air Command en la década de 1950. No obstante, solo se produjeron en tiradas muy limitadas, que hoy en día se consideran piezas de coleccionista de gran valor. Cuando, a finales de 2021, se introdujo una nueva línea del Air Command, fue toda una sorpresa para el mundo de la relojería. Aun así, el lanzamiento fue tan discreto que este reloj ha pasado desapercibido entre muchos entusiastas. Sin embargo, para mí el nuevo Air Command es el reloj perfecto: un cronógrafo flyback con bisel de cuenta atrás; una especie de reloj de aviador, pero totalmente diferente.
También se puede adquirir una versión para damas del Air Command, un cronógrafo flyback de tan solo 36 mm de diámetro. Pero no es de sorprender. Al fin y al cabo, Blancpain fue la primera empresa que incluyó los cronógrafos flyback para mujeres en su colección. Si el Air Command ya es un reloj fantástico para hombres, me parece que para mujeres aún más: es la igualdad definitiva en forma de reloj. El mismo diseño y la misma función, pero de menor tamaño. Y es que, para mí, los relojes femeninos más bonitos son aquellos que no renuncian a nada.
Métiers d’Art y Bespoke
Junto a todas las demás colecciones existentes, Blancpain también ofrece un servicio muy especial: los relojes Bespoke, que forman parte de la línea Métiers d’Art. Esta no solo contiene obras maestras de la relojería extremadamente inusuales, sino también piezas confeccionadas a nivel individual para algunos clientes. Y es que Blancpain no se limita a personalizar los relojes de las colecciones existentes. No, incluso elabora ejemplares únicos según los deseos y preferencias del cliente. Estos relojes tampoco se promocionan, y muy rara vez se puede avistar una de estas piezas. Para quienes no se pueden permitir un ejemplar de este tipo, el grabado de la masa oscilante es un servicio muy popular. En estos casos incluso se trabaja con herramientas fabricadas por los propios grabadores. ¡No le resultará fácil encontrar una personalización de un reloj tan hermosa y a tan alto nivel artesanal!
Resumen
Aunque Blancpain es una de las mayores marcas de la industria relojera y ha sentado varios hitos en su desarrollo, hoy en día es casi un desconocido para muchos. Seguramente eso se deba a que la manufactura prescinde de mediáticos embajadores de la marca. En su lugar, deja que sus relojes hablen por sí solos. Así que tómese algo de tiempo para escuchar lo que tienen que decir. Quizá este sea el comienzo de su historia con Blancpain. Porque, una vez descubra la magia de los relojes de Blancpain, le será difícil liberarse de su embrujo.