Suiza ha sido tradicionalmente el ombligo del mundo de la relojería. Pero en los últimos 30 años, A. Lange & Söhne se ha ganado un lugar junto a marcas suizas de gama alta como Patek Philippe y Vacheron Constantin. Muchos entusiastas de la relojería creen incluso que A. Lange & Söhne ha superado a las marcas suizas tradicionales. Exploremos A. Lange & Söhne y la rica historia de la marca en la relojería alemana.
Los primeros comienzos en Glashütte, Alemania
Aunque la mayoría de los entusiastas de la relojería reconocen los extraordinarios logros de A. Lange & Söhne en las últimas tres décadas, la historia de la marca se remonta mucho más atrás. Todo comenzó en 1845, cuando Ferdinand Adolph Lange abrió su taller en la localidad sajona de Glashütte. Esta pequeña ciudad pronto se convertiría en la capital de la relojería alemana, título que sigue ostentando en la actualidad. Tras unos comienzos difíciles, la marca lanzó impresionantes relojes de bolsillo que consolidaron el nombre de Lange. En 1868, los dos hijos de Ferdinand Adolph Lange se hicieron cargo del negocio. Los hermanos elevaron la relojería al registrar 27 patentes, algunas aún en uso, y obtener un amplio reconocimiento por su «Century Tourbillon». El nombre de Lange se hizo famoso por los relojes de bolsillo con diversas complicaciones, como cronógrafo, calendario perpetuo y repetición de minutos, lo que los convirtió en regalos populares entre los jefes de Estado.
Convirtiéndose en una de las principales marcas de relojes del mundo
En las décadas siguientes, A. Lange & Söhne alcanzó un gran éxito como una de las marcas relojeras más prestigiosas. Sin embargo, la tumultuosa primera mitad del siglo XX alteró drásticamente su trayectoria. La Segunda Guerra Mundial tuvo un impacto especialmente severo y, tras la guerra, Alemania Oriental nacionalizó la marca con un nombre diferente, lo que provocó que el nombre Lange desapareciera de la relojería. Tras la caída del Muro de Berlín en 1989, Walter Lange, bisnieto de Ferdinand Adolph Lange, trató de restablecer el nombre de Lange como líder de la relojería alemana. En asociación con Günter Blümlein, veterano de la industria con experiencia en IWC y Jaeger-LeCoultre, Lange comenzó a trabajar para revivir la marca en 1990. Juntos, se propusieron hacer de A. Lange & Söhne el principal representante de la relojería alemana. Este objetivo no solo consistía en distinguir geográficamente a la marca de sus homólogas suizas; también significaba un compromiso con las tradiciones relojeras alemanas y con unos relojes innovadores y de diseño distintivo.
El relanzamiento oficial de la marca en 1994
Tras cuatro años de preparación, A. Lange & Söhne se relanzó con éxito al público en 1994 con una colección de cuatro nuevos modelos, dos de ellos tradicionales. Sin embargo, las otras dos piezas desarrolladas por Blümlein mostraban claramente la dirección futura de la marca. El primero fue el Lange 1, que introdujo un diseño completamente nuevo con la característica fecha extragrande y una indicación de la hora descentrada inspirada en la regla de los tercios. Este enfoque matemático del diseño de la esfera se ha convertido desde entonces en un sello distintivo de todos los relojes Lange.
La segunda novedad fue el Tourbillon «Pour le Mérite», que mostró la experiencia de la marca en la creación de algunos de los relojes de pulsera más complejos del mundo. Este reloj combinaba un tourbillon con una transmisión de fusée y cadena, una característica que nunca antes se había integrado en un reloj de pulsera, lo que lo convirtió en una primicia mundial. Este modelo estableció inmediatamente la reputación de Lange como marca capaz de elaborar relojes técnicamente brillantes.
Una combinación de diseño inteligente y relojería brillante
A. Lange & Söhne se ha convertido en sinónimo de una mezcla de ingeniosos diseños de esfera, acabados de primera y relojería técnica excepcional. Esta reputación la ha situado entre las principales marcas relojeras del mundo. Tras el éxito de la colección inicial, la marca introdujo el Datograph en 1999, con un movimiento de cronógrafo de desarrollo propio, una hazaña que los competidores suizos de la marca en aquel momento no habían logrado.
A principios de la década del 2000, A. Lange & Söhne añadió más relojes destacados a su catálogo. Los modelos clave incluían variaciones del Lange 1, con su indicación de la hora descentrada y su fecha extragrande. El Grand Lange 1 y el Lange 1 Moonphase ayudaron a establecer el Lange 1 como un icono muy querido. La marca también siguió impresionando con nuevas creaciones, como el Double Split y el 1815 Chronograph, que demostraron su excepcional habilidad para fabricar algunos de los mejores cronógrafos del mundo. El modelo Zeitwerk presentó un reloj mecánico con indicación digital de la hora con ventanas para las horas y los minutos saltantes. Aunque parezca una maravilla moderna, la esfera tiene sus raíces en la relojería alemana del siglo XIX. Desde su presentación en 2009, el Zeitwerk se ha convertido en uno de los relojes más reconocibles de la marca, gracias a su pantalla única.
A. Lange & Söhne hoy
En la actualidad, la colección de A. Lange & Söhne consta de seis familias de productos distintas: las familias Lange 1, Zeitwerk, Saxonia, 1815, Richard Lange y Odysseus. Cada uno tiene una firma de diseño única y la combina con una relojería mecánica excepcional, materiales exquisitos y acabados meticulosos. La marca no se rige únicamente por su historia y sus tradiciones. La familia Odysseus representa un moderno reloj deportivo de lujo. Tras los lanzamientos iniciales en acero y oro blanco, la marca presentó también una versión en titanio, marcando otra primicia y demostrando su compromiso con la innovación en el diseño y los materiales.
Sin embargo, lo que permanece constante es el enfoque distintivo de A. Lange & Söhne hacia la relojería, definido por una dedicación directa a la creación de los mejores relojes, combinando la excelencia técnica con un diseño inteligente arraigado en las tradiciones clásicas alemanas. Este enfoque diferencia a la marca de sus homólogas suizas. Como bien dijo Günter Blümlein, la frase «Made in Germany» resuena en todo el mundo, estableciendo a A. Lange & Söhne como una de las principales marcas de relojes de alta gama a nivel global.