De Mustafa Cint Con total franqueza, mantener el valor de los relojes es un gran factor adicional de esta afición tan nuestra; al fin y al cabo, todos trabajamos duro por nuestro dinero. Es bien sabido que mejor conservan el valor, o incluso lo aumentan, proceden de Rolex, Patek Philippe o Audemars Piguet. El problema: para muchos coleccionistas de relojes, estos relojes son prácticamente inalcanzables. Si los modelos populares de Rolex ya se sitúan en un precio superior a los 10 000 €, en los otros fabricantes mencionados el precio es aún varias veces mayor. Por esta razón, le mostraré tres relojes de valor estable y populares por debajo de los 10.000 €, más allá de Rolex, Patek Philippe y Audemars Piguet.
1. Cartier Santos: un icono subestimado durante mucho tiempo
Realmente es un misterio para mí cómo este reloj ha podido estar tan infravalorado durante tanto tiempo, ya que no es menos icónico que un Rolex Submariner o un Omega Speedmaster, al contrario. Además, en este caso, los coleccionistas de relojes no tendrán de qué quejarse si lo que desean es una buena conservación de su valor. Hablamos, por supuesto, del Cartier Santos. Este reloj de diseño excepcional posee a una larga y apasionante historia. Una historia que se remonta a 1904, mucho antes de que los superventas de Rolex u Omega hubieran visto la luz. Debido a que el aviador e inventor Alberto Santos Dumont encontraba extremadamente difícil leer los relojes de bolsillo comunes en la época durante sus vuelos en dirigible, desarrolló junto con su amigo Louis-François Cartier un reloj de pulsera adecuado para la aviación. Esto debía permitir leer la hora y seguir teniendo las dos manos libres para controlar la máquina. Cartier fabricó para su buen amigo el «Santos», nombrado así en honor a su cliente. De esta manera, creó el primer reloj de aviador del mundo, que acompañaría a Dumont en todas sus futuras aventuras aéreas. Hubo que esperar hasta 1911 para que el Cartier Santos se fabricara en serie y, por lo tanto, estuviera disponible libremente para la venta. Como corresponde a un reloj de este calibre, su aspecto apenas ha cambiado hasta nuestros días. El diseño icónico del Cartier Santos es único y se ha adaptado perfectamente a la actualidad. La caja rectangular con las esquinas redondeadas y la esfera con los llamativos números romanos son muy parecidas a las del diseño original. Junto con el exclusivo brazalete de metal, el reloj es muy fácil de reconocer. La tecnología, por su parte, es de última generación: el Cartier Santos incorpora un movimiento automático. 42 horas de reserva de marcha pueden quedarse algo cortas, pero el reloj es antimagnético hasta 1200 gauss. Un cristal de zafiro y una resistencia al agua de 100 metros hacen del Cartier Santos un reloj perfecto para llevar a diario.
Sin embargo, también se han tenido en cuenta algunas innovaciones modernas: puede cambiar el brazalete de forma rápida y sencilla con el sistema Quickswitch e incluso ajustar la longitud del brazalete de metal con el sistema Smartlink. Sin herramientas, por supuesto: una idea brillante. Me gusta especialmente el carácter del Cartier Santos: el reloj es extremadamente elegante y fino y, al mismo tiempo, también tiene un aire industrial y anguloso. Un diseño muy popular en la actualidad. Tanto el modelo pequeño como el grande con fecha son cada vez más populares y tienen un valor estable. Ya sean clásicos con esfera blanca o ultramodernos con revestimiento DLC, todos los modelos han subido de precio entre varios cientos y mil euros desde principios de 2019. Según nuestros datos, el favorito del público parece ser el Cartier Santos Carrée 2961 con esfera blanca y caja de acero y oro.
2. Jaeger-LeCoultre Reverso: el reloj de los jugadores de polo
Cuando Antoine LeCoultre fundó su primer atelier enfocado a la relojería en el pequeño granero de su familia en 1833, probablemente no se imaginaba el papel que su recién fundada marca desempeñaría en el futuro. La marca debe su nombre actual a una colaboración entre Edmond Jaeger y Jacques David LeCoultre, nieto del fundador Antoine LeCoultre. A principios del siglo XX, el francés Edmond Jaeger se decicaba a construir cronómetros para la marina francesa y, en un momento dado, buscó un relojero suizo para desarrollar el movimiento adecuado para su diseño plano. Cuando LeCoultre asumió esta tarea, empezaron a colaborar de manera muy estrecha, lo que dio lugar a la nueva marca Jaeger-LeCoultre en 1937.
El nacimiento del modelo más famoso de la marca es tan espectacular como la historia de su fundación: el Jaeger Le-Coultre Reverso. El objetivo era desarrollar un reloj que pudiera soportar las duras condiciones de un partido de polo. Los sacudidas y algún que otro golpe que pudiera impactar y, posiblemente, dañar la caja eran algo bastante corriente. La solución fue tan sencilla como ingeniosa: Jaeger-LeCoultre desarrolló una caja a la que podía dársele la vuelta. Esto significaba que la esfera del reloj ya no estaba expuesta durante el juego y podía girarse para mostrar la hora si era necesario. Por supuesto, no hace falta decir que hoy en día el Reverso es mucho más que un simple accesorio en la muñeca de un jugador de polo. El continuo perfeccionamiento del modelo convierte al reloj en un compañero contemporáneo, elegante y con estilo. Y esto también se refleja en la tendencia de los precios. Durante mucho tiempo subestimado, el Reverso está experimentando una especie de renacimiento y se ha hecho cada vez más popular en los últimos años. En particular, el Jaeger-LeCoultre Reverso Classic Large Small Second, con su esfera plateada y su caja de acero, casi ha duplicado su precio en los últimos cinco años.
3. Omega Speedmaster: un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para OMEGA
Cuando Buzz Aldrin se convirtió en el segundo hombre en pisar la luna con el Omega Speedmaster Moonwatch Professional en 1969, tanto él como el reloj se inmortalizaron. Neil Armstrong decidió dejar su reloj en la cápsula de aterrizaje, razón por la que Aldrin en particular ha mantenido hoy en día un estatus icónico dentro de la comunidad relojera. Sin embargo, la historia del Speedmaster no comenzó como reloj de astronauta, sino años antes. En 1957, Omega lanzó el primer cronógrafo de la serie Speedmaster, también conocido como Speedmaster Broad Arrow por su característica aguja horaria. Solo con la segunda generación del Speedmaster comenzaron los viajes al espacio, antes de que finalmente aterrizara en la Luna y la serie de modelos pasara a la historia para siempre.
Aunque el precio del Moonwatch ha subido mucho en los últimos años, su hermano pequeño, el Omega Speedmaster Reduced, le está superando en cuanto a evolución de precios.
Presentado en 1988, el Omega Speedmaster Reduced era una variante más pequeña y, sobre todo, más asequible del modelo original. Aunque los modelos tienen un aspecto muy similar, existen algunas diferencias fundamentales: la versión Reduced tiene un movimiento automático, mientras que la «Original» funciona con un movimiento de cuerda manual, razón por la que también se la conoce como «The Automatic Speedmaster». También hay diferencias llamativas en la esfera.
El objetivo era sacar al mercado una versión más asequible del Moonwatch para llegar a otro público, básicamente la misma idea central que con el actual MoonSwatch. En 2009, sin embargo, Omega decidió repentinamente descatalogar toda la gama Reduced. La versión reducida también es muy popular hoy en día debido a los cada vez más caros modelos Moonwatch. A pesar de que su precio ha subido un 75 % en los últimos 5 años, todavía hoy puede conseguirlos por menos de 3000 €.