Jaeger-LeCoultre

Pocas manufacturas suizas cuentan con una historia marcada por las innovaciones relojeras como Jaeger-LeCoultre. La marca con sede en Le Sentier en el valle de Joux destaca por superar y dominar los mayores desafíos técnicos del sector. Empezando con la creación de un movimiento de dos niveles en el Douplan, seguido por la producción del calibre más pequeño del mundo, el calibre 101, hasta grandes complicaciones como el calendario perpetuo o la repetición de minutos.

La mayoría de relojes para dama y caballero de Jaeger-LeCoultre destacan por presentar un diseño clásico y elegante que los convierte en los relojes de vestir ideales. Sobre todo el rectangular Reverso o el ultraplano Master Ultra Thin son modelos perfectos para llevar con un traje para la oficina. Aquellos que necesitan recordar sus reuniones, pueden echarle un vistazo al Master Memovox con función de alarma. Para los entusiastas de los relojes de buceo, la marca ofrece la línea Deep Sea o la Master Compressor Diving. La colección Rendez-Vous y sus piezas engastadas con diamantes van dirigidos sobre todo a las damas.

Aquel que desea lucir un reloj complicado con un tourbillon, calendario perpetuo o repetición de minutos, encontrará en la serie Hybris Mechanica el ejemplar adecuado. Esta línea ofrece auténticas joyas de relojería tradicionales.

Con la colección Polaris presentada en 2018, la manufactura introdujo una serie de relojes completamente nueva. Esta colección comprende modelos deportivos disponibles como relojes de tres agujas o cronógrafos.

Los relojes más asequibles de Jaeger-LeCoultre, como el Lady Reverso de acero inoxidable de cuarzo, cuestan sobre los 3000 €. Por unos 10 000 €, podrá encontrar modelos de acero inoxidable de las colecciones Polaris o Deep Sea. Sobrepasando un poco este rango de precios, se encuentran las variantes de metales nobles como el Master Control de tres agujas. Si el modelo en cuestión incorpora elaboradas complicaciones, por supuesto, su precio aumentará, como es el caso del Master Grand Réveil de oro rosa, cuyo precio ronda los 36 000 €. Este modelo cuenta con una función de alarma, indicador de la fase lunar, calendario perpetuo e indicador de año. En el segmento superior de precios, se encuentran los ejemplares equipados con el gyrotourbillon desarrollado por la propia manufactura. Los modelos menos comunes, como el Master Grande Tradition, superan sustancialmente los 400 000 €.

Con la colección Polaris, Jaeger-LeCoultre presentó una serie marcadamente deportiva en 2018. El objetivo de los diseñadores era dar una estética actual y moderna a la herencia histórica de la manufactura. Como inspiración para toda la línea, se valieron del famoso Memovox Polaris presentado en 1968.

La colección actual ofrece una variedad en relojes de tres agujas y cronógrafos. Mientras que las variantes con tres agujas y dos coronas solo están disponible en acero inoxidable, JLC ofrece los cronógrafos Polaris también en oro rosa y titanio. En cuanto al color de las esferas, la maison opta por el azul y el negro. Tan solo el cronógrafo de oro rosa luce una esfera gris antracita.

Un buen modelo para iniciarse en esta serie es la referencia 9008170 con tres agujas, puesto que su precio, sin estrenar, ronda los 6500 €. Por unos 3000 € más, podrá hacerse con un cronógrafo de acero inoxidable, como el número de referencia 9028180 con esfera azul. Por su parte, los cronógrafos de titanio disponen de una función GMT y rondan los 12 500 €. El modelo más excepcional está fabricado de oro rosa y cuesta alrededor de 21 000 €.

La colección Geophysic cuenta con 60 años de historia. Como homenaje al Año Geofísico Internacional, en el que los investigadores de todo el mundo llevaron a cabo diversos proyectos científicos, Jaeger-LeCoultre presentó el primer reloj de esta serie en 1958. A día de hoy, el Geophysic está disponible en versiones sobrias que incluyen tres agujas, un indicador de la fecha, una función de hora mundial o con un tourbillon. Las cajas se fabrican en acero inoxidable, oro rojo de 18 quilates o platino. Una de las características más especiales de este reloj es el denominado "true seconds" o "segundero verdadero" que, a diferencia de la mayoría de relojes mecánicos con un segundero que se desliza, el del modelo de Jaeger-LeCoultre salta, similar a la de los relojes de cuarzo. La versión con función de hora universal, cautiva con un mapa del mundo lacado sobre la esfera con un acabado tipo "rayos de sol" en cuyo borde coloca el disco giratorio con los nombres de las 24 ciudades. Cada nombre representa un huso horario, de tal manera que permite visualizar la hora en cada parte del mundo.

Con función de hora mundial un Geophysic nuevo, fabricado en acero inoxidable cuesta al menos 10 000 € y las versiones de oro rojo rondan los 17 000 €. 13 500 € cuesta un Geophysic Date (sin estrenar) de oro rojo, tres agujas y un indicador de la fecha. Si prefiere la variante de acero inoxidable, el precio del modelo se reduce casia la mitad, es decir, 8000 €.

La compañía Jaeger-LeCoultre cuenta con más de 180 años de historia. Los hermanos Charles-Antoine y François Ulysee LeCoultre fundaron su taller en el año 1833. Al principio, LeCoultre se centró en la producción de engranajes, pero poco tiempo después de su fundación, emprendió su camino en la fabricación de máquinas para la producción de engranajes. En 1844, la firma presentó el denominado "millionomètre", un instrumento capaz de medir el micrón que sirvió como una base fundamental en el ámbito de la precisión relojera. LeCoultre incluye otros grandes productos como numerosos relojes de bolsillo y movimientos. De hecho, casas suizas como Patek Philippe supieron apreciar la calidad de los movimientos y, con frecuencia, alojaron estos en sus relojes. Asimismo, cabe señalar que LeCoultre también desarrolló un sinnúmero de complicaciones.

A principios del siglo XX, LeCoultre colaboró con el relojero francés Edmond Jaeger. Ese fue entonces el inicio de una relación que concluyó en el 1937 con la fusión de las dos compañías. En 1978, VDO, un fabricante alemán de tacómetros, adquirió el 60 % de las acciones de Jaeger-LeCoultre SA, y el otro 40 % lo obtuvo Audemars Piguet. Desde el año 2000, la empresa forma parte del Grupo suizo Richemont que, entre otras, cuenta con marcas como A. Lange & Söhne, IWC, Panerai y Vacheron Constantin.