La funcionalidad y la belleza se unen en la colección Villeret para presentar más de 100 piezas llenas de lujo que, sin perder los valores tradicionales, forman parte de la colección más majestuosa del catálogo de Blancpain.

El pueblo natal de Blancpain ha servido de inspiración para bautizar una colección que se distingue por presentar creaciones arraigadas en la tradición. Con la colección Villeret, viajamos a través del tiempo hasta llegar a principios de siglo XVIII, cuando el maestro relojero Jehan-Jacques Blancpain abrió su primer taller en la pequeña localidad suiza de Villeret, en el cantón de Berna, y empezó a fabricar las primeras piezas con un alto valor artesanal. Aunque con el tiempo la compañía se vio obligada a cambiar su sede y trasladarse a la población de Le Brassus en el Valle de Joux, Blancpain siempre ha mantenido el vínculo con la tierra que le vio nacer. Actualmente, la localidad de Villeret cuenta con menos de 1000 habitantes y goza de gran prestigio entre los amantes de la relojería.

El espíritu pionero, junto con la pasión y el conocimiento permitieron a Jehan-Jacques Blancpain producir los primeros relojes en el año 1735. En aquella época, en la que la relojería era un ámbito con mucho potencial, Blancpain fundó la compañía y abrió su primer taller. Durante el siglo XIX, sus sucesores continuaron desarrollando la producción, asentando la marca en el mercado y gozando de un gran éxito. Modernizaron los métodos de producción y trasladaron la fábrica a las orillas del río Suze con el fin de aprovechar la energía hidráulica para generar suficiente electricidad y darle un impulso a la producción. En el año 1926, en colaboración con el relojero inglés John Harwood, esta casa suiza marcó un hito en la historia de la relojería con el lanzamiento del primer reloj automático de pulsera. Entre otras innovaciones que marcaron un antes y un después, destacamos el primer reloj de buceo moderno, y el movimiento automático más pequeño del mercado. En el año 1992, Blancpain se unió al Grupo Swatch, y desde entonces continúa haciendo gala de una majestuosa creatividad fiel a los valores de la tradición relojera que han hecho de esta compañía una de las más prestigiosas e importantes de la alta relojería.

Calibres ultra planos que esconden grandes complicaciones

La colección Villeret ofrece una amplia y variada gamas de calibres. Por ejemplo, el movimiento automático 1151, que se caracteriza por su tamaño ultraplano, se aloja en el elegante modelo «Villeret Ultraplate». Este modelo cautiva a los amantes de la sencillez con su caja de 8,7 mm de altura. De igual modo, los modelos equipados con los calibres 35 y 332 seducen al público con una asombrosa puesta en escena de una repetición de minutos muy sofisticada y única. Asimismo, los modelos «Quantième Complet» con el calibre 6763 ofrecen un calendario completo que incluye un indicador de fecha, día de la semana, mes y fase lunar. Por último, el calibre 6054F del «Quantième Annuel GMT» atrae a los viajeros con su función de segunda zona horaria.

Uno de los modelos más significativos, sin duda, es el «8 Jours Manuelle» dotado con un calibre de cuerda manual 13R1. Su excepcional reserva de marcha de hasta 8 días permite a su portador visualizar una aguja que indica el nivel de tensión del muelle. Asimismo, el modelo «Tourbillon 8 Jours», cuenta —como no— con un Tourbillon, y aloja un calibre automático 25 que deslumbra con la misma reserva de marcha que el «8 Jours Manuelle». Por otro lado, el modelo «Carrousel Phases de Lune» se distingue por sus fascinantes complicaciones alojadas en el calibre 225L: un indicador de las fases lunares, y, por supuesto, un carrusel que, al igual que el Tourbillon, compensa los efectos de la gravedad sobre el reloj. Este extraordinario movimiento 225L aloja alrededor de 300 piezas en su interior, 61 de las cuales constituyen la jaula del carrusel. Otra de sus características más destacables es el indicador de la fecha que plasma los 31 días del mes alrededor de la esfera con una aguja central de color azul. La magnífica disposición en la esfera confiere funcionalidad, belleza y equilibrio.

Decenas de diamantes ceñidos a la muñeca

Con el modelo «Calendrier Chinois Traditionnel», la creatividad y el toque oriental no pasan desapercibidos. Blancpain plasma en la esfera tanto el calendario chino como el gregoriano, así como los animales del horóscopo chino, los cinco elementos y los troncos celestiales. Otras piezas exclusivas de gran valor artesanal que pertenecen a la serie Damasquinée deslumbran con asombrosas ornamentaciones como, por ejemplo, un dragón de oro rojo plasmado sobre la esfera. Entre los los modelos más ostentosos se encuentra el «Mouvement Inversé Serti Neige» que ofrece una esfera y un bisel engastados con cientos de diamantes. Este lujoso reloj viste una correa de piel de aligátor y la hebilla, con más de 60 diamantes, completa el suntuoso estilo de esta pieza. Por otro lado, el modelo Grande Décoration luce una exquisita disposición de sus número romanos grabados sobre una esfera esmaltada «grand feu». A través del cristal de zafiro es posible admirar el interior (el calibre 15B) íntegramente decorado a mano con motivos que hacen referencia a paisajes y monumentos de Europa y Asia.

Blancpain apuesta por la piel de aligátor para fabricar las correas de los Villeret. Algunas piezas de esta colección también ofrecen brazaletes de oro rojo y acero inoxidable. Asimismo, esta casa suiza elige los mismos materiales del brazalete para construir las cajas de los relojes. El platino, sin embargo, predomina en las ediciones limitadas como el modelo «Tourbillon Squelette 8 Jours».

Como podemos observar, la colección Villeret reafirma los valores y el vínculo con la historia de esta casa. Asimismo, la colección Le Brassus persigue el mismo enfoque y presenta piezas maestras que rinden homenaje al arte relojero tradicional. La colección Fifty Fathoms ofrece relojes únicos, referentes en la escena relojera, y, en especial, para los amantes del submarinismo. Con la serie L-Evolution, Blancpain amplía su catálogo ofreciendo modelos deportivos y diseños vanguardistas. Entre estos dos extremos se encuentra la colección Léman, cuya selección presenta piezas de una elegancia deportiva muy exclusiva. En resumen, Blancpain ofrece una amplia y variada gama de relojes dirigidos a un público que sabe apreciar el valor de la tradición y el know-how de la relojería suiza.