- 30
- 60
- 120
Fifty Fathoms Bathyscaphe, creado para desafiar las profundidades de mar
El Fifty Fathoms Bathyscaphe de la prestigiosa casa Blancpain emergió de las profundidades a finales de los años cincuenta. Actualmente se suma a la lista de los relojes modernos de buceo que aúnan tradición e innovación en una sola pieza.
En los años cincuenta, la exploración marina y el submarinismo eran ámbitos totalmente desconocidos. El científico suizo Auguste Piccard, de la mano del batiscafo Trieste, fue el primero en sumergirse y realizar investigaciones oceanográficas alcanzando profundidades de inmersión récord para aquella época. La denominación «batiscarfo», navío sumergible preparado para resistir grandes presiones (en inglés «bathyscaphe»), proviene del griego bathos (profundidad) y skaphos (embarcación). Los tripulantes del legendario submarino Trieste alcanzaron por primera vez la profundidad de 3150 m, y batieron el récord mundial de los 10916 m el 23 de enero de 1960. De esta manera lograron descender a la misma profundidad que el Challenger-Tiefs en las Fosas Marinas. Estas increíbles hazañas sirvieron de inspiración para bautizar al Fifty Fathoms Bathyscaphe, un extraordinario modelo de la colección Fifty Fathoms de la casa Blancpain que desde sus inicios ha mantenido una estrecha relación con el agua y en especial con las expediciones oceanográficas. Sin ir más lejos, la denominación fathoms hace referencia a la unidad de longitud náutica llamada braza inglesa utilizada para medir la profundidad del agua. Por lo tanto, dicha colección rinde un verdadero homenaje al espíritu pionero de los exploradores, marineros y científicos de aquella época.
La casa Blancpain, fundada por el maestro relojero Jehan-Jacques Blancpain en el año 1735 en la pequeña ciudad suiza de Villeret, goza de una larga trayectoria, con una historia de más de 280 años. Gracias a su espíritu pionero e innovador, esta casa pertenece a las marcas de alta relojería más prestigiosas del mundo. Además de los asombrosos relojes de submarinismo que hemos mencionado anteriormente, entre sus creaciones más exitosas se encuentra el primer reloj de pulsera automático lanzado en el año 1926, ¡una extraordinaria proeza para la época! Blancpain también es conocido por sus icónicos modelos mecánicos que presentan innumerables complicaciones relojeras tales como calendario perpetuo, tourbillon y repetidor de minutos.
Aquí encontrará información sobre:
Última tecnología e innovación: el secreto del Fifty Fathoms Bathyscaphe
A primera vista, el Fifty Fathoms Bathyscaphe cautiva con su caja fabricada en cerámica satinada de color negro. Este reloj está dotado de un fondo a presión, ya que técnicamente es imposible formar filetes de rosca en una caja de cerámica. No obstante, este modelo ofrece una resistencia al agua de 30 bar con una caja de 43,6 mm de diámetro y una altura de 13,4 mm. El cierre de la correa también ha sido elaborado en cerámica satinada, y por lo tanto se funde perfectamente con el diseño de la caja del reloj. Al igual que el clásico Fifty Fathoms, la correa del Bathyscaphe luce una combinación de materiales que mezcla tela de vela y caucho en la parte interior.
La escala del bisel es especialmente innovadora y presenta inserciones Liquidmetal, una aleación de metales amorfos que ofrece una excelente resistencia a la corrosión, y aporta una dureza Vickers de 550. Para hacernos una idea más concreta de lo que esto significa, podemos comprar este material con el acero inoxidable que aporta una dureza Vickers aproximada de 220. En cuanto al ADN de este Diver cabe señalar que el calibre automático 1315 se aloja en este modelo desde el año 2007, y su construcción se basa en la del calibre manual 13R0 del año 2006. Este extraordinario calibre 1315 de manufactura mide 5,65 mm de altura, presenta un diámetro de 30,6 mm, y ofrece una asombrosa reserva de marcha de 120 horas.
La variada selección de la casa Blancpain
Gran parte del éxito de la marca Blancpain se debe a su legendaria colección Fifty Fathoms. No obstante, esta casa relojera también ofrece otras colecciones que se caracterizan por fusionar una estética clásica con la más avanzada tecnología. Por ejemplo, la colección Villeret encarna la esencia más tradicional de la marca, Léman presume de aunar trabajo artesanal y técnicas pioneras en sus piezas, y por último, la línea L-Evolution se distingue por conjugar elementos de diseños vanguardistas con tecnología.
Una de las colecciones más admirables es la Le Brassus. Sus innumerables y complejas complicaciones relojeras —valga la redundancia—ofrece ediciones asombrosas como la «Grande Complication 1735». Con un total de 30 piezas, esta colección presume de poseer los relojes de pulsera más complicados del mundo. Sin duda, los relojes Blancpain son capaces de dejarnos con la boca abierta con su extraordinaria puesta en escena y auténtico arte relojero suizo.